18/10/2021, 23:57
Yota le arrancó una media sonrisa.
—¿Eso crees? No la viste cuando me tuvo enfrente, Yota. La intensidad con la que me miraba… Oh, yo diría que tener una cita conmigo es algo que está deseando.
Apostaba a que si se daba sería de lo más pasional. Eso le hizo recordar lo intenso que se volvía Yota cuando…
—Ey —dijo, lanzándole un caramelo para que lo cazase al vuelo con la boca—. Bueeeeen chico —no pudo evitar cachondearse—. Disfrútalo. Me estoy quedando sin ellos.
Zaide continuó la marcha. ¿Adónde llevarían sus pasos? ¿A la salida? ¿Hacia el corazón del bosque? No lo sabía. En aquellos momentos, lo único que podía hacer era confiar en su suerte y consolarse con que, en realidad, fuera del bosque tampoco es que estuviese más a salvo.
Las tres grandes Villas le buscaban, después de todo, y Ōnindo entera quería su cabeza.
—¿Eso crees? No la viste cuando me tuvo enfrente, Yota. La intensidad con la que me miraba… Oh, yo diría que tener una cita conmigo es algo que está deseando.
Apostaba a que si se daba sería de lo más pasional. Eso le hizo recordar lo intenso que se volvía Yota cuando…
—Ey —dijo, lanzándole un caramelo para que lo cazase al vuelo con la boca—. Bueeeeen chico —no pudo evitar cachondearse—. Disfrútalo. Me estoy quedando sin ellos.
Zaide continuó la marcha. ¿Adónde llevarían sus pasos? ¿A la salida? ¿Hacia el corazón del bosque? No lo sabía. En aquellos momentos, lo único que podía hacer era confiar en su suerte y consolarse con que, en realidad, fuera del bosque tampoco es que estuviese más a salvo.
Las tres grandes Villas le buscaban, después de todo, y Ōnindo entera quería su cabeza.