20/10/2021, 10:09
Eri sonrió ante las palabras del chico. Seguramente no se llevaban tanto en edad, pero para ella era un jovencito aún por aprender el oficio del shinobi. «Debo dejar de pensar que es como yo cuando salí de la academia...», pensaba, mientras comenzaba a correr.
Ambos habían empezado con buen pie, iban a buen ritmo y aún así no parecía faltarles el aliento para mantener una charla.
— Estaremos muchos días fuera de la aldea, ¿verdad?
—No lo sé a ciencia cierta, pero lo más probable es que sí —auguró la Uzumaki. Entre el viaje, la investigación y lo que les llevara terminar con la misión...—. Pero, ¿quién sabe? A lo mejor llegamos y besamos el señor feudal.
O eso quería pensar ella, claro.
Ambos habían empezado con buen pie, iban a buen ritmo y aún así no parecía faltarles el aliento para mantener una charla.
— Estaremos muchos días fuera de la aldea, ¿verdad?
—No lo sé a ciencia cierta, pero lo más probable es que sí —auguró la Uzumaki. Entre el viaje, la investigación y lo que les llevara terminar con la misión...—. Pero, ¿quién sabe? A lo mejor llegamos y besamos el señor feudal.
O eso quería pensar ella, claro.