22/11/2021, 14:49
Tic. Tac.
La cuenta atrás de un sello explosivo colocado sin ningún tipo de cuidado en la nuca de Sasagani Yota seguía su curso de forma inexorable, y parecía que los dos shinobi se habían olvidado de él por completo. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que se lo había puesto al momento de escapar de los guardias de Amegakure? No era posible saberlo con exactitud, pero cuando Zaide fue consciente de ello, un fino hilo de humo oscuro surgía del cuello del muchacho de Kusagakure. Veloz como un relámpago, el Uchiha saltó sobre la roca en la que se encontraba Yota y extendió la mano hacia él en el momento en el que el papel comenzaba a prenderse...
Varios segundos pasaron, tan cargados de tensión como de pólvora estaba el sello explosivo. Afortunadamente, parecía que había sido neutralizado con éxito.
Ahora que podían permitirse el lujo de relajarse, el único ojo sano de Zaide percibió algo. El ambiente estaba cargado de chakra. Pero esa energía no provenía de la niebla, como habría podido deducir Yota; ni siquiera de la hierba, de los troncos de los árboles. Estaba en el mismo aire, y se extendía hacia delante y hacia los lados hasta donde les alcanzaba la vista, desde la misma roca en la que se habían colocado y que parecía servir como baliza.
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es