31/01/2022, 00:04
—No —replicó el verdadero Yota, serio—. Si lo hago jamás me liberará.
Su réplica, sin embargo, resopló poniendo los ojos en blanco.
—Ah... es cierto. Atado de pies y manos —se burló, uniendo sus propias muñecas poniendo pucheros de pena fingida—. Déjame preguntarte una cosa, yo, ¿y después qué harás? ¿Huirás de ese Uchiha malnacido? ¿Regresarás a Kusagakure? ¿Volverás a postrarte a las botas de esa puta de Kintsugi? Eres patético.
Una sonrisa retorció sus labios con aquellas últimas palabras. Sus manos, libres, se entrelazaron como si siguiera riéndose de Yota. La electricidad chisrporroteó entre sus dedos justo antes de que y una serie de ráfagas de relámpagos brotaran de sus palmas extendidas y se abalanzaran sobre el de Kusagakure.
—¡Decídete rápido, o terminarás frito! —Se carcajeó.
Mientras tanto, Uchiha Zaide se mofaba de su propia réplica después de haber respondido a Yota con el escaso conocimiento que tenía sobre lo que estaba ocurriendo a su alrededor.
—Cosas de hacerse viejo, ¿huh? ¿No serías tan amable de enseñarnos la salida, por un casual? Ya que pareces… conocer la zona.
Su propia réplica ensanchó su propia sonrisa.
—Qué hermosa metáfora es este bosque, ¿hm? —preguntó, alzando los brazos para abrazar los alrededores—. Te hace sentir tan perdido... como lo estás de verdad —le dijo. Y Zaide sabría a ciencia cierta que había mucho más detrás de aquellas palabras—. El gran Uchiha Zaide... "El Que Nunca Muere", El Mata-Daimyos, ahora cuidando de un Kusajin como si fuera su hermano pequeño. ¡Oh, espera! ¿Quizás es lo que está buscando tu subconsciente? ¿Un nuevo hermano del que cuidar? —sonrió, cruel.
Su ojo sano se tiñó de carmesí y sus manos se entrelazaron rápidamente, apenas unos instantes más tarde de lo que la réplica de Yota había comenzado aquella misma secuencia de sellos. Pero su Kangekiha surgió al mismo tiempo que la del falso Kusajin, y los relámpagos se abalanzaron sobre Zaide igual que los otros lo hacían sobre Yota. Dos ataques coordinados desde puntos opuestos, dispuestos a asestar una dentellada a la pobre pareja extraviada.
Su réplica, sin embargo, resopló poniendo los ojos en blanco.
—Ah... es cierto. Atado de pies y manos —se burló, uniendo sus propias muñecas poniendo pucheros de pena fingida—. Déjame preguntarte una cosa, yo, ¿y después qué harás? ¿Huirás de ese Uchiha malnacido? ¿Regresarás a Kusagakure? ¿Volverás a postrarte a las botas de esa puta de Kintsugi? Eres patético.
Una sonrisa retorció sus labios con aquellas últimas palabras. Sus manos, libres, se entrelazaron como si siguiera riéndose de Yota. La electricidad chisrporroteó entre sus dedos justo antes de que y una serie de ráfagas de relámpagos brotaran de sus palmas extendidas y se abalanzaran sobre el de Kusagakure.
—¡Decídete rápido, o terminarás frito! —Se carcajeó.
Mientras tanto, Uchiha Zaide se mofaba de su propia réplica después de haber respondido a Yota con el escaso conocimiento que tenía sobre lo que estaba ocurriendo a su alrededor.
—Cosas de hacerse viejo, ¿huh? ¿No serías tan amable de enseñarnos la salida, por un casual? Ya que pareces… conocer la zona.
Su propia réplica ensanchó su propia sonrisa.
—Qué hermosa metáfora es este bosque, ¿hm? —preguntó, alzando los brazos para abrazar los alrededores—. Te hace sentir tan perdido... como lo estás de verdad —le dijo. Y Zaide sabría a ciencia cierta que había mucho más detrás de aquellas palabras—. El gran Uchiha Zaide... "El Que Nunca Muere", El Mata-Daimyos, ahora cuidando de un Kusajin como si fuera su hermano pequeño. ¡Oh, espera! ¿Quizás es lo que está buscando tu subconsciente? ¿Un nuevo hermano del que cuidar? —sonrió, cruel.
Su ojo sano se tiñó de carmesí y sus manos se entrelazaron rápidamente, apenas unos instantes más tarde de lo que la réplica de Yota había comenzado aquella misma secuencia de sellos. Pero su Kangekiha surgió al mismo tiempo que la del falso Kusajin, y los relámpagos se abalanzaron sobre Zaide igual que los otros lo hacían sobre Yota. Dos ataques coordinados desde puntos opuestos, dispuestos a asestar una dentellada a la pobre pareja extraviada.
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es