28/03/2022, 00:05
La mujer usó un antiguo proverbio, de tal palo tal astilla, aunque lo modificó un poco para enmarcarlo en un contexto realmente original. Sin embargo, no le golpeó, lo cuál era todo un alivio. Y lo que era más importante aún, Datsue tampoco lo hizo, al menos por el momento. Casi podía respirar aliviado, ¿no?. De hecho, hasta defendió su manera de actuar, afirmando que ella misma nunca había sido de dar rodeos al asunto. Así pues, era el momento de que de verdad iniciasen las negociaciones, o mas bien dicho de que la mujer fijase sus condiciones.
«Bien, bien.» Pensó para sí mismo, imaginando que todo avanzaba a pedir de boca.
Nahana afirmó no poder culpar a Hayato de su actuación, y sin más preámbulo, afirmó que lo que de verdad quería era lo mejor para su país. Confesó que al principio lo que quería era ver a su hija al poder, y que aún lo pensaba, pero —Siempre hay un pero.— decía que había visto demasiadas veces cómo el poder corrompe a la persona que lo tiene, y que seguramente su hija también caería en la corrupción pasado un tiempo. Tenía la esperanza de que pasasen muchos años antes de eso, pero que al parecer "ellos" le habían enseñado una opción más viable. La mujer expresó algo que curiosamente no llevaba demasiado bien, pues como de la mayoría de la política, entendía poco. Pero reconocía los últimos movimientos de su país...
«No me digas que...»
Y efectivamente, la mujer expresó que quería un híbrido entre ambas opciones que barajaba. Quería que su hija alcanzase el poder con su ayuda, pero a la misma vez quería que en un tiempo se impusiese el sistema político que el país de la Espiral había tomado. Quería una república de la Tierra, por el bien del país.
«No me jodas... sí que se está poniendo de moda. ¿Qué leches le verán a la república?.»
Siete miró a Datsue, y quiso encogerse de hombros, pero la conversación era sería, y en las negociaciones las bromas estorban. ¿Qué respondería?.
«Bien, bien.» Pensó para sí mismo, imaginando que todo avanzaba a pedir de boca.
Nahana afirmó no poder culpar a Hayato de su actuación, y sin más preámbulo, afirmó que lo que de verdad quería era lo mejor para su país. Confesó que al principio lo que quería era ver a su hija al poder, y que aún lo pensaba, pero —Siempre hay un pero.— decía que había visto demasiadas veces cómo el poder corrompe a la persona que lo tiene, y que seguramente su hija también caería en la corrupción pasado un tiempo. Tenía la esperanza de que pasasen muchos años antes de eso, pero que al parecer "ellos" le habían enseñado una opción más viable. La mujer expresó algo que curiosamente no llevaba demasiado bien, pues como de la mayoría de la política, entendía poco. Pero reconocía los últimos movimientos de su país...
«No me digas que...»
Y efectivamente, la mujer expresó que quería un híbrido entre ambas opciones que barajaba. Quería que su hija alcanzase el poder con su ayuda, pero a la misma vez quería que en un tiempo se impusiese el sistema político que el país de la Espiral había tomado. Quería una república de la Tierra, por el bien del país.
«No me jodas... sí que se está poniendo de moda. ¿Qué leches le verán a la república?.»
Siete miró a Datsue, y quiso encogerse de hombros, pero la conversación era sería, y en las negociaciones las bromas estorban. ¿Qué respondería?.