3/04/2022, 19:03
Kimi puso ambas manos en frente suyo, enseñándoles las palmas.
— De verdad, de verdad, no hará falta. No queremos pelear. Solo los perseguimos porque echaron a correr.
Le empezaba a doler el pecho, pero todavía podía soportarlo.
— Por favor. Les prometo que ninguno de nosotros tiene por qué... caer ni nada ¿de acuerdo?
— De verdad, de verdad, no hará falta. No queremos pelear. Solo los perseguimos porque echaron a correr.
Le empezaba a doler el pecho, pero todavía podía soportarlo.
— Por favor. Les prometo que ninguno de nosotros tiene por qué... caer ni nada ¿de acuerdo?