5/04/2022, 12:50
La declaración de intenciones de Shukaku fue lo suficientemente clara. Quería verme en acción, sin titubeos. Lo que creía tener claro es que aquella noche iba a dormir del tirón y posiblemente con el regalo de unos cuantos golpes mal encajados. Tenía que pelearme contra un bijū del cual apenas sabía nada sobre sus habilidades y, por contra parecía tener también las habilidades de Rokudaime Uzukage y así lo denotaba con el aspecto del sharingan en sus ojos. Repliqué aquella acción mostrando las dos aspas de mi sharingan que aún estaba por evolucionar a una forma digna. Quien sabe, igual aquella pela me sirviese para llevarlo al siguiente nivel, quizás no. Lo cierto es que se trataba de un clon y tan solo tenía que darle un golpe.
« Quizás podría sorprenderle con el Karyūkōgeki»
Aquella era una opción pero lo principal iba a ser no cometer imprudencias, puesto que lo evidente era que mi adversario me superaría conc reces en poder y habilidades. Junté mis manos para realizar una sencilla cadena de tres sellos manuales. A partir de ahí y en un intervalo de un par de segundos lanzaría un total de tres balas flamígeras de tal forma que si empezaba a esquivarlas, las siguientes las iría dirigiendo hacia su nueva posición.
« Quizás podría sorprenderle con el Karyūkōgeki»
Aquella era una opción pero lo principal iba a ser no cometer imprudencias, puesto que lo evidente era que mi adversario me superaría conc reces en poder y habilidades. Junté mis manos para realizar una sencilla cadena de tres sellos manuales. A partir de ahí y en un intervalo de un par de segundos lanzaría un total de tres balas flamígeras de tal forma que si empezaba a esquivarlas, las siguientes las iría dirigiendo hacia su nueva posición.