5/02/2016, 03:14
La señora se sumergía así misma en una vorágine de intrigas y paranoia, que parecía tener como intención el llevar a los genin a su mismo estado de ansiedad. Al principio, Kazuma, pensó que la amabilidad de Juro le ayudaría a lidiar con el problema, pero resultaba que la mujer se lo estaba comiendo vivo y el pobre no encontraba cómo reaccionar.
—Creo que la señora podría tener razón —dijo acercándose a ella—. Sin embargo, nuestra prioridad no es capturar a los “criminales”, es limpiar las paredes.
Mientras hablaba, el peliblanco, hacía señas con la mano que tenía en la espalda, esperando que Nabi las captara y comprendiera que trataba de decir. A esas altura ya había comprendido el por qué no habían enviado a nadie anteriormente. La determinación de la señora era envidiable, pero se hacía obvio que de una u otra forma les fastidiaría la misión si la dejaban a sus anchas.
—Pienso que uno de nosotros debería de acompañar a esta buena ciudadana a “recolectar información” mientras que los otros dos vamos trabajando en los muros. —Bien podían simplemente espetarle algo a la mujer y largarse, pero con tanta insistencia era posible que se terminara metiendo donde no debía, y en el hipotético caso de que le sucediera algo… Bueno el recordar los rostros de los tres, más su alto nivel de exageración y paranoia podría causarles un problema muy serio.
—¿Qué dices, Líder? —Pregunto tratando de hallar una solución que les permitiera cumplir con su trabajo y mantener vigilada a aquel peligro para la misión.
—Creo que la señora podría tener razón —dijo acercándose a ella—. Sin embargo, nuestra prioridad no es capturar a los “criminales”, es limpiar las paredes.
Mientras hablaba, el peliblanco, hacía señas con la mano que tenía en la espalda, esperando que Nabi las captara y comprendiera que trataba de decir. A esas altura ya había comprendido el por qué no habían enviado a nadie anteriormente. La determinación de la señora era envidiable, pero se hacía obvio que de una u otra forma les fastidiaría la misión si la dejaban a sus anchas.
—Pienso que uno de nosotros debería de acompañar a esta buena ciudadana a “recolectar información” mientras que los otros dos vamos trabajando en los muros. —Bien podían simplemente espetarle algo a la mujer y largarse, pero con tanta insistencia era posible que se terminara metiendo donde no debía, y en el hipotético caso de que le sucediera algo… Bueno el recordar los rostros de los tres, más su alto nivel de exageración y paranoia podría causarles un problema muy serio.
—¿Qué dices, Líder? —Pregunto tratando de hallar una solución que les permitiera cumplir con su trabajo y mantener vigilada a aquel peligro para la misión.