17/04/2022, 17:38
(Última modificación: 17/04/2022, 17:38 por Senju Hayato.)
La chica confirmó que en una urbe como ésta, si no tenías un llamativo cartel no marcabas la diferencia. A diferencia de en otros lados donde se estilaba más un cartel clásico, aquí era una norma de vida. Pero en realidad éste estilo de publicidad solo tenía cavidad en una urbe como Amegakure, pues éstos sistemas tan luminosos quizás estaban pensados para llamar la atención entre tanta penumbra. Una penumbra casi perpetua producida por la constante tormenta que bañaba sus calles.
Ni bien entraron al local, la música no tardó en darles la bienvenida. Bueno, la bienvenida por decir algo... esa música era tan rara, que el chico ni entendía el sentimiento que le producía. Conforme iban adentrándose un poco en la tienda, pudieron ver todo tipo de carteles, discos, y aparatos de todo tipo. De hecho, habían tantas cosas, que en gran parte el Senju estaba hasta perdido. Justo en ese instante de no saber por dónde empezar, el dependiente se acercó a ambos y preguntó cordialmente si podía ayudar.
—Buenas. —Devolvió Hayato el saludo. —Pues si, me vendría bien un poco de ayuda. Quiero pillar algo de música de éste estilo, y algunos discos de música que se suela escuchar mucho por aquí. Si pueden ser temas originales y raros, hasta mejor.
Y entre tanto, no pudo evitar ir mirando cosas. Habían tantas cosas extrañas para él, que era imposible no hacerle un poco de caso a su curiosidad. Aunque, seguramente los mejores consejos se los daría el dueño o trabajador de la tienda, pues era su día a día. Así pues, se debatía entre seguir mirando cosas, y quedarse ahí plantado y escuchar al castaño.
¿Habría algún tipo de reproductor para llevar en el bolsillo? Siempre se lo había preguntado, y quizás en ésta urbe tan tecnológica eso fuese posible... ? Debía preguntar esa tontería?.
Ni bien entraron al local, la música no tardó en darles la bienvenida. Bueno, la bienvenida por decir algo... esa música era tan rara, que el chico ni entendía el sentimiento que le producía. Conforme iban adentrándose un poco en la tienda, pudieron ver todo tipo de carteles, discos, y aparatos de todo tipo. De hecho, habían tantas cosas, que en gran parte el Senju estaba hasta perdido. Justo en ese instante de no saber por dónde empezar, el dependiente se acercó a ambos y preguntó cordialmente si podía ayudar.
—Buenas. —Devolvió Hayato el saludo. —Pues si, me vendría bien un poco de ayuda. Quiero pillar algo de música de éste estilo, y algunos discos de música que se suela escuchar mucho por aquí. Si pueden ser temas originales y raros, hasta mejor.
Y entre tanto, no pudo evitar ir mirando cosas. Habían tantas cosas extrañas para él, que era imposible no hacerle un poco de caso a su curiosidad. Aunque, seguramente los mejores consejos se los daría el dueño o trabajador de la tienda, pues era su día a día. Así pues, se debatía entre seguir mirando cosas, y quedarse ahí plantado y escuchar al castaño.
¿Habría algún tipo de reproductor para llevar en el bolsillo? Siempre se lo había preguntado, y quizás en ésta urbe tan tecnológica eso fuese posible... ? Debía preguntar esa tontería?.