28/04/2022, 22:01
Solo necesitó un instante para saber que ese pequeño bastardo pelirrojo decía de la verdad. No tenía ni idea de donde estaba Kinumi, ni siquiera que había desaparecido. Sin embargo, tardaría mucho más en soltarle. Lo mantuvo agarrado durante todo un minuto antes de decidirse a soltarlo, apartandose de un salto.
— No te involucres, chico.
Fueron sus últimas palabras antes de desaparecer en la noche como había hecho el asaltante minutos antes. Apenas tendría dos segundos para echarle un vistazo a su nuevo asaltante. Llevaba la misma indumentaria que el día que lo había visto, con la excepción de que iba completamente de negro. Podría haber dicho que iba de sigilo, pero parecía que vestía de luto por algún motivo que no sabría decir.
— No te involucres, chico.
Fueron sus últimas palabras antes de desaparecer en la noche como había hecho el asaltante minutos antes. Apenas tendría dos segundos para echarle un vistazo a su nuevo asaltante. Llevaba la misma indumentaria que el día que lo había visto, con la excepción de que iba completamente de negro. Podría haber dicho que iba de sigilo, pero parecía que vestía de luto por algún motivo que no sabría decir.