10/05/2022, 15:18
Zaide negó con la cabeza ante la propuesta del chico.
—Solo puedo invocarle una vez al día —dijo, evaluando la distancia que había entre ellos y las espadas. Después de todo lo que habían vivido, Zaide no tenía fuerzas para romperse la cabeza mucho más. Todavía se preguntaba quién narices había creado esas sombras, y con qué motivo. ¿Qué ahora había más trampas? Era posible, pero no veía ninguna a la vista—. Tendremos que resolver quién se acerca de los dos a la vieja usanza.
Miró a Yota muy seriamente. Extendió una palma, boca arriba, y luego la golpeó con la base del otro puño.
—¡Piedra, papel, tijera! —exclamó, y esperó a que el chico hiciese lo propio—. ¡Un, dos… tres…! ¡Fuera!
—Solo puedo invocarle una vez al día —dijo, evaluando la distancia que había entre ellos y las espadas. Después de todo lo que habían vivido, Zaide no tenía fuerzas para romperse la cabeza mucho más. Todavía se preguntaba quién narices había creado esas sombras, y con qué motivo. ¿Qué ahora había más trampas? Era posible, pero no veía ninguna a la vista—. Tendremos que resolver quién se acerca de los dos a la vieja usanza.
Miró a Yota muy seriamente. Extendió una palma, boca arriba, y luego la golpeó con la base del otro puño.
—¡Piedra, papel, tijera! —exclamó, y esperó a que el chico hiciese lo propio—. ¡Un, dos… tres…! ¡Fuera!