28/05/2022, 23:46
- ¡Oh! no sabía que tenía competencia…
*Bromeó, un poco desilucionado pues esperaba ganarse un cliente ese día pero de todas formas había conseguido información interesante de la kunoichi y no pudo evitar observar la Wakizashi que llevaba en su cintura, un arma bien fabricada a simple vista, le hubiese gustado apreciarla de cerca pero no quería incomodar a la joven.*
- Talvez podría visitar la tienda de tus padres en alguna ocasión, me gustaría poder apreciar su trabajo en persona…
*Comentó y se alegró un poco al saber que la kunoichi contaba con él para reparar su equipo de ser necesario.*
- ¡Claro! cuando quieras, eres más que bienvenida…
*Había terminado de expresar cuando escucha pasos bajando la escalera, no era otra que Sayori quien desde la ventana había visto hace muy poco que Moguko ya había llegado. Se acercó a su padre un poco molesta y haciendo una mueca, gesto que se le pasó enseguida pues ya sabía cómo era él cuando le ponía el ojo a una persona nueva que podía ser un potencial cliente, no podía culparlo por hacer su trabajo.*
- Dijiste que ibas a avisarme si llegaba Moguko…
«No puede ser, el viejo le estaba vendiendo armas a Yamanouchi… espero no se haya incomodado»
*La kunoichi se acercó a Moguko y la saludó levantando su mano, disculpándose a la vez por haberla hecho esperar, se encontraba emocionada porque pronto tendrían un combate de entrenamiento, tenía algo de prisa por llegar al lugar y tener ese encuentro.*
- Buenos días… perdón por la espera… ¿Nos vamos?
*Bromeó, un poco desilucionado pues esperaba ganarse un cliente ese día pero de todas formas había conseguido información interesante de la kunoichi y no pudo evitar observar la Wakizashi que llevaba en su cintura, un arma bien fabricada a simple vista, le hubiese gustado apreciarla de cerca pero no quería incomodar a la joven.*
- Talvez podría visitar la tienda de tus padres en alguna ocasión, me gustaría poder apreciar su trabajo en persona…
*Comentó y se alegró un poco al saber que la kunoichi contaba con él para reparar su equipo de ser necesario.*
- ¡Claro! cuando quieras, eres más que bienvenida…
*Había terminado de expresar cuando escucha pasos bajando la escalera, no era otra que Sayori quien desde la ventana había visto hace muy poco que Moguko ya había llegado. Se acercó a su padre un poco molesta y haciendo una mueca, gesto que se le pasó enseguida pues ya sabía cómo era él cuando le ponía el ojo a una persona nueva que podía ser un potencial cliente, no podía culparlo por hacer su trabajo.*
- Dijiste que ibas a avisarme si llegaba Moguko…
«No puede ser, el viejo le estaba vendiendo armas a Yamanouchi… espero no se haya incomodado»
*La kunoichi se acercó a Moguko y la saludó levantando su mano, disculpándose a la vez por haberla hecho esperar, se encontraba emocionada porque pronto tendrían un combate de entrenamiento, tenía algo de prisa por llegar al lugar y tener ese encuentro.*
- Buenos días… perdón por la espera… ¿Nos vamos?
«Pienso» l Hablo l Narro