29/05/2022, 16:00
Tras haber partido de la casa y tienda de los Yuki, las kunoichi darían unos pasos en dirección a vaya uno a saber. No pasaría mucho tiempo hasta que Sayori detuviese la marcha y solicitara a la médica un poco de tiempo fuera.
Al cabo de un rato, que Moguko esperaría bajo la fiel protección de su capa blanca, su nueva aliada volvería con algo maravilloso: opciones.
Entre estas se encontraban dos, por un lado podían acceder a las instalaciones de la propia residencia de la familia de la Yuki, que destacaba por su sumamente atípico y sin duda alguna exótica presencia de vegetación en una urbe donde prácticamente nada crecía salvo edificios y tuberías que transportaban agua, cemento y hierro.
—¡Me agrada la propuesta del terreno baldío para entrenar!
Confesaría la kunoichi con total sinceridad, la postal que ofrecía sin duda alguna le resultaba más fiel a lo que podría llegar a esperar en un campo de batalla en el país de la Tormenta. Aunque a lo mejor y después podían ir a degustar el postre que la chica había traido para compartir.
Al cabo de un rato, que Moguko esperaría bajo la fiel protección de su capa blanca, su nueva aliada volvería con algo maravilloso: opciones.
Entre estas se encontraban dos, por un lado podían acceder a las instalaciones de la propia residencia de la familia de la Yuki, que destacaba por su sumamente atípico y sin duda alguna exótica presencia de vegetación en una urbe donde prácticamente nada crecía salvo edificios y tuberías que transportaban agua, cemento y hierro.
—¡Me agrada la propuesta del terreno baldío para entrenar!
Confesaría la kunoichi con total sinceridad, la postal que ofrecía sin duda alguna le resultaba más fiel a lo que podría llegar a esperar en un campo de batalla en el país de la Tormenta. Aunque a lo mejor y después podían ir a degustar el postre que la chica había traido para compartir.