19/06/2022, 20:03
La antisocial kunoichi no pudo resistir contestar al llamado de la lengua viperina de la médica. Aquel encantamiento era sencillo, pero poderoso si se sabía usar. Como quien pide demasiado al inicio de una negociación para luego aceptar un poco menos.
«¡Aja!»
Pensó la muchacha mientras avanzaba en dirección al origen del sonido, con kunai hilado en mano. Dispuesta a continuar la contienda.
—Ahí estás, te encontré.
Apresuró a presumir, satisfecha con el resultado de su jugada. Su adversario se encontraba a la base de un árbol, de los pocos y escasos que podrían llegar a encontrarse en la urbe de cemento y cañerías que era Amegakure, ciertamente Sayori sabía moverse por lugares que ofrecían vistas curiosas.
—¿Seguimos?
Consultaría poniéndose en una guardia de kenjutsu sosteniendo el kunai en su mano hábil como si de una espada corta se tratase, o más bien un cuchillo, como lo que a fin de cuentas realmente era aquella pieza de metal afilada.
«¡Aja!»
Pensó la muchacha mientras avanzaba en dirección al origen del sonido, con kunai hilado en mano. Dispuesta a continuar la contienda.
—Ahí estás, te encontré.
Apresuró a presumir, satisfecha con el resultado de su jugada. Su adversario se encontraba a la base de un árbol, de los pocos y escasos que podrían llegar a encontrarse en la urbe de cemento y cañerías que era Amegakure, ciertamente Sayori sabía moverse por lugares que ofrecían vistas curiosas.
—¿Seguimos?
Consultaría poniéndose en una guardia de kenjutsu sosteniendo el kunai en su mano hábil como si de una espada corta se tratase, o más bien un cuchillo, como lo que a fin de cuentas realmente era aquella pieza de metal afilada.