21/07/2022, 23:26
(Última modificación: 21/07/2022, 23:26 por Sasagani Yota.)
Fue un pequeño momento de dudas, un pequeño pero preciso momento dubitativo que aprovechó el destino para sacarme de las manos aquellas dos dagas que me hicieron sentir tantas emociones en apenas unos breves instantes. Ahora en posesión del que había sido mi captor. Aquel cabrón que había amado y odiado a partes iguales en los últimos meses, puede que años. Ya ni sabía dónde estábamos, como para saber en qué año estábamos. Reconozco que llegué a pensar qué habría sido de Kusagakure sin mí y sin Daigo, con Kintsugi al mando. También había pensado en Ranko. Guardaba bonitos recuerdos de aquella muchacha.
— Mierda — mascullé entre dientes.
Zaide estaba sujetando las dagas, aquellas por las que pude haber sentido naturaleza de raiton a través de ellas.
— Vamos, devuelvemelas, ¡me estaban llamando!
No supe si estaba siendo víctima de la locura o no, pero me urgía recuperar las jodidas dagas. Mis manos se abalanzaron sobre las del Uchiha con un claro objetivo.
— Mierda — mascullé entre dientes.
Zaide estaba sujetando las dagas, aquellas por las que pude haber sentido naturaleza de raiton a través de ellas.
— Vamos, devuelvemelas, ¡me estaban llamando!
No supe si estaba siendo víctima de la locura o no, pero me urgía recuperar las jodidas dagas. Mis manos se abalanzaron sobre las del Uchiha con un claro objetivo.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
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