11/10/2022, 15:21
Uno, dos y hasta tres personas la esperaban en el interior. Dos de ellos iban visiblemente armados, y un tercero parecía estar bastante más relajado mientras terminaba de recoger las cartas con las que parecían estar matandoel tiempo hasta que Ren apareciera.
— Bienvenida, Vigilante Nocturno. — dijo tras terminar de recoger la baraja.
— Yo no soy... — Respondió casi sin abrir la boca con el ceño fruncido, para ser interrumpida por unos gritos.
Aquello la hizo voltear la mirada en el instante a la puerta tras él de la cual salían. No podía identificar esos gritos, o si eran de Hana todavía no podía. Pero era obvio que fue la primera persona en la que pensó. Apretó uno de sus puños, hasta el punto de clavarse las uñas en la palma de la mano mientras fijaba la mirada en aquel hombre. Su pupila, fina como al de un felino a la defensiva en pleno día de verano, mostraba parte de su ira. Estaba casi al límite, y si escuchaba cualquier cosa que no le agradaba, podría llegar a perder por completo los estribos.
— Suéltala. Ahora — añadió sin parpadear.
— Bienvenida, Vigilante Nocturno. — dijo tras terminar de recoger la baraja.
— Yo no soy... — Respondió casi sin abrir la boca con el ceño fruncido, para ser interrumpida por unos gritos.
Aquello la hizo voltear la mirada en el instante a la puerta tras él de la cual salían. No podía identificar esos gritos, o si eran de Hana todavía no podía. Pero era obvio que fue la primera persona en la que pensó. Apretó uno de sus puños, hasta el punto de clavarse las uñas en la palma de la mano mientras fijaba la mirada en aquel hombre. Su pupila, fina como al de un felino a la defensiva en pleno día de verano, mostraba parte de su ira. Estaba casi al límite, y si escuchaba cualquier cosa que no le agradaba, podría llegar a perder por completo los estribos.
— Suéltala. Ahora — añadió sin parpadear.