15/02/2016, 05:37
Tanto el Uchiha como el Ishimura dieron sus opiniones, ahora solo quedaba que el Eikyu tomará la decisión. Una difícil decisión: Por un lado, por el lado brillante, estaba el amable y humilde Kazuma, que buscaba la manera de cumplir con la misión mientras trataba de atender al llamado de la ciudadana, pero respetando las decisiones colectivas del equipo. Por otro lado, por el lado oscuro, estaba el grosero y arrogante Nabi, que solo quería arrojar a aquella señora a un ornó mientras buscaba aumentar su falsa sensación de liderazgo, todo para potenciar aquel sentimiento de superioridad, causado por un cabello que presumiblemente no era rubio natural, siempre despreciando a los librepensadores que no se sometían a su megalomanía.
—Nabi, cálmate. Vamos a cumplir la misión, nadie ha dicho lo contrario —parecía estar tratando de ser amable, pero su rostro mostraba que le incomodaba la situación—. Lo siento señora, pero la votación es clara. No puede acompañarnos en la misión. Le vuelvo a decir lo mismo, si solo entrase en el edificio del kage…
Al final Juro se comportó como todo un señor del régimen feudalista, y tomó la decisión que más descontentos y enemigos dejaba, pero que mejor reafirmaba su puesto como mandatario. Kazuma se sentía un poco mal al respecto, pero también le alegraba que el conflicto hubiese terminado. La señora por su parte parecía bastante indignada, como si estuviera en una democracia donde su voto era nulo.
—¿Os crees que soy tonta? — Preguntó la mujer, mirándoles con algo parecido al desprecio—. Sé que os queréis librar de mi para completarlo por vuestra cuenta, a mi no me engañáis. Pues muy bien, que así sea. Había creído en la ambición de los jóvenes detectives, pero ahora veo vuestra avaricia y vuestra ansia. Voy a resolverlo por mi cuenta, así que buena suerte con vuestra “misión”.
El de cabello blanco se vio tentado a responder la pregunta, pero se dio cuenta de que era un mal momento para ello. Tampoco es como si le hubiera dado tiempo, pues la mujer se fue corriendo dejando tras de sí aquellas palabras llenas de resentimientos. Aquello no pintaba nada bien: Antes la señora pudo ser una aliada o solo una molestia, pero ahora se habían asegurado de que se convirtiera en un obstáculo o enemigo potencial… Definitivamente las relaciones públicas no era el fuerte de ninguno. Viéndole el lado bueno, pudo ser peor. Al menos su sensei no estuvo presente para ver ese triste intento de control sobre la situación.
—Será lo mejor… Supongo —Respondió a Juro mientras tomaba sus cosas para ponerse en marcha.
—Nabi, cálmate. Vamos a cumplir la misión, nadie ha dicho lo contrario —parecía estar tratando de ser amable, pero su rostro mostraba que le incomodaba la situación—. Lo siento señora, pero la votación es clara. No puede acompañarnos en la misión. Le vuelvo a decir lo mismo, si solo entrase en el edificio del kage…
Al final Juro se comportó como todo un señor del régimen feudalista, y tomó la decisión que más descontentos y enemigos dejaba, pero que mejor reafirmaba su puesto como mandatario. Kazuma se sentía un poco mal al respecto, pero también le alegraba que el conflicto hubiese terminado. La señora por su parte parecía bastante indignada, como si estuviera en una democracia donde su voto era nulo.
—¿Os crees que soy tonta? — Preguntó la mujer, mirándoles con algo parecido al desprecio—. Sé que os queréis librar de mi para completarlo por vuestra cuenta, a mi no me engañáis. Pues muy bien, que así sea. Había creído en la ambición de los jóvenes detectives, pero ahora veo vuestra avaricia y vuestra ansia. Voy a resolverlo por mi cuenta, así que buena suerte con vuestra “misión”.
El de cabello blanco se vio tentado a responder la pregunta, pero se dio cuenta de que era un mal momento para ello. Tampoco es como si le hubiera dado tiempo, pues la mujer se fue corriendo dejando tras de sí aquellas palabras llenas de resentimientos. Aquello no pintaba nada bien: Antes la señora pudo ser una aliada o solo una molestia, pero ahora se habían asegurado de que se convirtiera en un obstáculo o enemigo potencial… Definitivamente las relaciones públicas no era el fuerte de ninguno. Viéndole el lado bueno, pudo ser peor. Al menos su sensei no estuvo presente para ver ese triste intento de control sobre la situación.
—Será lo mejor… Supongo —Respondió a Juro mientras tomaba sus cosas para ponerse en marcha.