2/11/2022, 15:36
La médica apreciaba el proceso de recuperación de la niña debatiéndose internamente si debía interferir o no, en teoría estaba encubierta en ese instante. No iba a tirar por tierra su fachada de no-ninja tan pronto.
—¿Cómo que se repite su día una y otra vez?
¿Acaso podría llegar a tratarse de una broma de mal gusto? Después de todo... una rutina consistía justamente en hacer las mismas actividades con una itinerancia muy mundana, y el promedio de la gente no tendía a abandonar su espacio de existencia por más posibilidades que tuviese a su alcance.
Levantó un segundo la mirada por encima de su hombro y miró en dirección a la posible fuente de la luz. Respiró hondo y se acomodó los lentes en el rostro.
—Señorita, empecemos de nuevo...
Diría aproximándose a la muchacha un poco, apiadándose de su condición de atleta fatigada.
—Soy Arashino Utahime, aunque son pésima cantando... ¿Cuál es tu nombre?
La identidad falsa de Moguko había sido acuñada en alguna ocasión pasada, esperando el día que tuviese que usarla. Arashino Utahime, la princesa cantante proveniente del país de la Tormenta.
—¿Cómo que se repite su día una y otra vez?
¿Acaso podría llegar a tratarse de una broma de mal gusto? Después de todo... una rutina consistía justamente en hacer las mismas actividades con una itinerancia muy mundana, y el promedio de la gente no tendía a abandonar su espacio de existencia por más posibilidades que tuviese a su alcance.
Levantó un segundo la mirada por encima de su hombro y miró en dirección a la posible fuente de la luz. Respiró hondo y se acomodó los lentes en el rostro.
—Señorita, empecemos de nuevo...
Diría aproximándose a la muchacha un poco, apiadándose de su condición de atleta fatigada.
—Soy Arashino Utahime, aunque son pésima cantando... ¿Cuál es tu nombre?
La identidad falsa de Moguko había sido acuñada en alguna ocasión pasada, esperando el día que tuviese que usarla. Arashino Utahime, la princesa cantante proveniente del país de la Tormenta.