9/11/2022, 16:29
Una puerta se abrió. Una figura femenina atravesó el umbral, envuelta en un manto más oscuro que la negrura del universo. Hasta que la oscuridad se vio apartada, solo un poco y todavía al acecho, por un débil manto de chakra verdoso.
Alguien golpeaba un pecho con violencia.
—¡Vamos, HIJO DE PERRA! ¡No sabes cómo odio los putos mártires como tú! ¡Te los has cargado a todos, bastardo genocida! ¿En serio vas a detenerte ahora? ¡Termina tu trabajo…!
…
—¡CÁRGATE A LA MUERTE Y VUELVE!
Thump…
(Te pediré en breves que realices una tirada de 100. Al resultado, le añadiré tu Resistencia (40 – 20 (penalización Máximo Esfuerzo) = 20). Si el resultado final es 50 o superior, vives. Si no, mueres. El resultado ha sido…
¡Thump, THUMP!
Cuando abrió los ojos, lo único que pudo ver fue a ella. No era Izanami, sino la Matasanos. Aunque quizá, a partir de aquel día, tendrían que ponerle un nuevo mote.
Alguien golpeaba un pecho con violencia.
—¡Vamos, HIJO DE PERRA! ¡No sabes cómo odio los putos mártires como tú! ¡Te los has cargado a todos, bastardo genocida! ¿En serio vas a detenerte ahora? ¡Termina tu trabajo…!
…
—¡CÁRGATE A LA MUERTE Y VUELVE!
Thump…
(Te pediré en breves que realices una tirada de 100. Al resultado, le añadiré tu Resistencia (40 – 20 (penalización Máximo Esfuerzo) = 20). Si el resultado final es 50 o superior, vives. Si no, mueres. El resultado ha sido…
¡Thump, THUMP!
Cuando abrió los ojos, lo único que pudo ver fue a ella. No era Izanami, sino la Matasanos. Aunque quizá, a partir de aquel día, tendrían que ponerle un nuevo mote.