26/11/2022, 20:17
— No sé... —Le dijo a la Llorona—. Aquí. Estoy aquí.
Ni en sus más alocados sueños Daigo había llegado a imaginarse que alguien había sobrevivido allí abajo, pero pensaba que si se trataba de alguien, no podía ser nadie conocido. A Tres Dientes lo había visto morir y a Mordiscos... lo había matado él mismo. Fuese quien fuese, les sería imposible reconocerlo sin luz.
— Sí. —Respondió a la Matasanos, acercándose a ella.
El camino fue largo, lento y complicado. El grupo avanzó en la oscuridad como buenamente pudo mientras Daigo hacía lo mejor que podía por no quedarse demasiado atrás respecto a la Matasanos. Finalmente, el grupo se encontró con cuatro caminos distintos enfrente suyo. La Matasanos propuso entrar en una al azar.
— No creo que tengamos otra opción. —Comentó—. ¿Vamos por la tercera desde la izquierda?
Había escogido aquel camino en particular por Tres Dientes. Esperaba que le diese suerte.
Ni en sus más alocados sueños Daigo había llegado a imaginarse que alguien había sobrevivido allí abajo, pero pensaba que si se trataba de alguien, no podía ser nadie conocido. A Tres Dientes lo había visto morir y a Mordiscos... lo había matado él mismo. Fuese quien fuese, les sería imposible reconocerlo sin luz.
— Sí. —Respondió a la Matasanos, acercándose a ella.
El camino fue largo, lento y complicado. El grupo avanzó en la oscuridad como buenamente pudo mientras Daigo hacía lo mejor que podía por no quedarse demasiado atrás respecto a la Matasanos. Finalmente, el grupo se encontró con cuatro caminos distintos enfrente suyo. La Matasanos propuso entrar en una al azar.
— No creo que tengamos otra opción. —Comentó—. ¿Vamos por la tercera desde la izquierda?
Había escogido aquel camino en particular por Tres Dientes. Esperaba que le diese suerte.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.