27/01/2023, 02:13
Yume se le quedó mirando fijamente, pensativa. No le competía a ella que Daigo recibiese o no un castigo. Eso estaba en manos de la Morikage, en todo caso. Pero rescatar criminales de un País ajeno, eso, era problemático. A nivel político, estaba claro, la ofrenda era la misma que sacar a Daigo de allí. Mucho más daño no podía hacer añadirle un par de mozas.
Chasqueó la lengua, irritada, contemplando el pergamino con su único ojo. No le gustaba cuando se veía en un aprieto que no podía combatir con sus puños. ¿Valdrían tanto la pena aquellas técnicas? Le había visto luchar en el Torneo del Valle. El tío había sido vapuleado, pero claro, era Datsue a quien había tenido en frente. Y le había plantado cara. Posiblemente el que más, sin contar al amejin de la final.
—Está bien. Las sacaré de este pozo por tu pergamino.
Chasqueó la lengua, irritada, contemplando el pergamino con su único ojo. No le gustaba cuando se veía en un aprieto que no podía combatir con sus puños. ¿Valdrían tanto la pena aquellas técnicas? Le había visto luchar en el Torneo del Valle. El tío había sido vapuleado, pero claro, era Datsue a quien había tenido en frente. Y le había plantado cara. Posiblemente el que más, sin contar al amejin de la final.
—Está bien. Las sacaré de este pozo por tu pergamino.