2/03/2023, 21:41
Daigo se entretuvo durante el camino respondiendo a Koro de la manera que mejor podía a todas sus preguntas. Era cierto que los humanos tenían habitaciones especiales para hacer sus necesidades... usualmente, y también era cierto que los Kage de las aldeas ninja, a pesar de que eran los más fuertes, no solían ponerse a sí mismos en peligro a menos que fuese completamente necesario... usualmente. Kenzou y Yui eran excepciones. Los líderes que nunca se ponían jamás en peligro eran los señores feudales, pues ellos ni siquiera tenían por qué saber como pelear.
Cuando no estaba siendo acribillado a preguntas, el chico estaba siendo completamente acribillado a información, aunque ninguna le venía directamente a él, él escuchaba. Un tal Hermoso era ahora el rey del lugar. El más fuerte, según Hanrei, aunque quizás por suerte para Daigo no estaba presente ahora mismo, pues estaban en guerra. Quien estaba ahora mismo al mando en su lugar era un tal Barduck, quien solía ser débil en el pasado pero se endureció al perder a sus compañeros.
Antes de que pudiese hacer alguna pregunta al respecto, Koro interrumpió la conversación para declarar que ya habían llegado, aunque Daigo no vio ninguna aldea sino hasta que Koro tomó una liana y se puso a trepar con el genin a su espalda. En la cima de los árboles, decenas de metros más arriba, una aldea muy parecida a la capital de su País se erigía. No tenía puentes ni casas tan grandes, pues no los necesitaban, pero aún así...
— Es... precioso.
Desde que había llegado a aquel lugar, Daigo no podía evitar sentirse como en casa, aunque no tenía ni idea de donde estaba. Ya estaba cansado de tanta oscuridad, tanta sangre y tanta arena. Su hogar estaba en los bosques. ¿Quizás no estaba tan lejos de casa?
Cuando no estaba siendo acribillado a preguntas, el chico estaba siendo completamente acribillado a información, aunque ninguna le venía directamente a él, él escuchaba. Un tal Hermoso era ahora el rey del lugar. El más fuerte, según Hanrei, aunque quizás por suerte para Daigo no estaba presente ahora mismo, pues estaban en guerra. Quien estaba ahora mismo al mando en su lugar era un tal Barduck, quien solía ser débil en el pasado pero se endureció al perder a sus compañeros.
Antes de que pudiese hacer alguna pregunta al respecto, Koro interrumpió la conversación para declarar que ya habían llegado, aunque Daigo no vio ninguna aldea sino hasta que Koro tomó una liana y se puso a trepar con el genin a su espalda. En la cima de los árboles, decenas de metros más arriba, una aldea muy parecida a la capital de su País se erigía. No tenía puentes ni casas tan grandes, pues no los necesitaban, pero aún así...
— Es... precioso.
Desde que había llegado a aquel lugar, Daigo no podía evitar sentirse como en casa, aunque no tenía ni idea de donde estaba. Ya estaba cansado de tanta oscuridad, tanta sangre y tanta arena. Su hogar estaba en los bosques. ¿Quizás no estaba tan lejos de casa?
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.