4/03/2023, 17:50
Una hora más tarde, Daigo volvió a poder sentirse tranquilo en cuanto Eri se puso en contacto con él para informarle que estaban a salvo, o al menos todo lo a salvo que podían estar. El chico aprovechó también para informarle que de su situación. Le explicó que Junrei lo había transportado a un bosque desconocido y que estaba esperando a que viniese el jefe del lugar para hablar. La situación era complicada y él tampoco estaba exactamente fuera de peligro, pero al menos estaba bien y le aseguró que seguiría estándolo.
Otras tantas horas de meditación pasaron hasta que un gorila apareció para traerle algo de comer. Era más pequeño que los demás, pero seguía siendo grande, probablemente más que Daigo de pie. Traía un plato sopero lleno de una papilla de insectos. No era precisamente lo que Daigo esperaba comer, o quisiese comer, realmente, pero era lo que había.
— Muchas gracias. —Le agradeció al gorila, inclinando la cabeza.
Cuando el gorila se marchó y lo dejó con su comida, Daigo empezó a valorar sus opciones. ¿Realmente tenía que comerse eso? Nunca en su vida había comido insectos y no pensaba que habría una primera vez. Finalmente, tras un minuto de mirar la comida y tocarla con la cuchara para comprobar que nadie se moviese demasiado, finalmente probó un bocado que, francamente, lo sorprendió. El segundo bocado lo intrigó y al tercer bocado ya se había olvidado de lo que estaba comiendo.
Cuando el gorila volvió a aparecer en la habitación para recoger su plato y traerle comida, Daigo le volvió a agradecer, antes de cambiarse de ropa y volver a esperar pacientemente por Barduck.
Otras tantas horas de meditación pasaron hasta que un gorila apareció para traerle algo de comer. Era más pequeño que los demás, pero seguía siendo grande, probablemente más que Daigo de pie. Traía un plato sopero lleno de una papilla de insectos. No era precisamente lo que Daigo esperaba comer, o quisiese comer, realmente, pero era lo que había.
— Muchas gracias. —Le agradeció al gorila, inclinando la cabeza.
Cuando el gorila se marchó y lo dejó con su comida, Daigo empezó a valorar sus opciones. ¿Realmente tenía que comerse eso? Nunca en su vida había comido insectos y no pensaba que habría una primera vez. Finalmente, tras un minuto de mirar la comida y tocarla con la cuchara para comprobar que nadie se moviese demasiado, finalmente probó un bocado que, francamente, lo sorprendió. El segundo bocado lo intrigó y al tercer bocado ya se había olvidado de lo que estaba comiendo.
Cuando el gorila volvió a aparecer en la habitación para recoger su plato y traerle comida, Daigo le volvió a agradecer, antes de cambiarse de ropa y volver a esperar pacientemente por Barduck.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.