27/01/2025, 11:29
Como cada mañana, el despertar de Rin era una batalla que sus padres debían disputar día sí y día también. Aquella chica era dos polos opuestos al mismo tiempo todo el rato; despertarla era un suplicio y acababan a grito pelado, luego cuando trabajaba en el local lo hacía con pereza y parsimonia para cuando finalmente estaba libre, gastar toda la energía de golpe de un lado a otro. Si simplemente no quería trabajar en el local, solo tenía que ponerse a ejercer de ninja que para algo le habían concedido la bandana, pero ella decía que era mucho mejor así. Más que nada, porque lo tenía más fácil para escaquearse.
Un poco ya avanzada la mañana, en la puerta del local, Rin empezó con su programación habitual. Que era tirarse horas para el cargue y descargue de productos para el local. Se cruzaba de brazos, buscaba darle conversación a la primera persona que pasara o simplemente se sentaba a ver las nubes.
Una persona realmente productiva y trabajadora.
Un poco ya avanzada la mañana, en la puerta del local, Rin empezó con su programación habitual. Que era tirarse horas para el cargue y descargue de productos para el local. Se cruzaba de brazos, buscaba darle conversación a la primera persona que pasara o simplemente se sentaba a ver las nubes.
Una persona realmente productiva y trabajadora.