27/01/2025, 12:01
Se agazapó para tomar la caja y mientras levantaba la cabeza, vio como una preciosidad de cabellos claros se acercaba. No parecía querer bordearla, pues la estaba mirando a ella directamente, cosa que le hizo esbozar una leve sonrisa.
— Je, ¿qué tal encanto? Todavía no hemos abierto, pero puedo reservarte la mesa más especial para una chica tan preciosa como tú — dijo con clara picardía hasta que empezó a hablar, tornando su expresión en una más neutral y con un ligero asombro cuando le enseñó la bandana. — ¿Eh? ¿Cómo? Pero si yo no he roto nada, o por lo menos no aún. El edificio donde pinté estaba abandonado, ¿así que qué más da?
— Je, ¿qué tal encanto? Todavía no hemos abierto, pero puedo reservarte la mesa más especial para una chica tan preciosa como tú — dijo con clara picardía hasta que empezó a hablar, tornando su expresión en una más neutral y con un ligero asombro cuando le enseñó la bandana. — ¿Eh? ¿Cómo? Pero si yo no he roto nada, o por lo menos no aún. El edificio donde pinté estaba abandonado, ¿así que qué más da?