27/01/2025, 16:02
Rin asintió repetidas veces ante las palabras de Sora, prestando atención a lo que le decía y los detalles que le daba.
— Estar callada y ser guapa. Eso se me da genial — asintió una última vez confiada y cruzada de brazos.
Tras ello entró al edificio junto a ella, repitiéndose mentalmente lo de estarse quieta y callada. Miraría a los alrededores del lugar, como si fuera la primera vez que entraba en aquel lugar, y no es que fuera así, pero solo había pasado por allí a recoger su bandana, título y poco más. La seguiría muy de cerca, con las manos detrás de la espalda y ligeramente erguida, cogiéndose los dedos ligeramente unos con otros y a la espera de su diligente senpai.
— Estar callada y ser guapa. Eso se me da genial — asintió una última vez confiada y cruzada de brazos.
Tras ello entró al edificio junto a ella, repitiéndose mentalmente lo de estarse quieta y callada. Miraría a los alrededores del lugar, como si fuera la primera vez que entraba en aquel lugar, y no es que fuera así, pero solo había pasado por allí a recoger su bandana, título y poco más. La seguiría muy de cerca, con las manos detrás de la espalda y ligeramente erguida, cogiéndose los dedos ligeramente unos con otros y a la espera de su diligente senpai.