27/01/2025, 22:31
— Sí, sube por la pared y saltale desde el tejado. Yo me aseguraré que ninguno de los dos escape bloqueando la entrada al callejón. — le ordenó señalandole la pared en la que estaban apoyadas.
Tras dar sus ordenes, se separó y entró un par de pasos por el centro del callejón.
— ¡Eh! Deteneos ahora mismo en nombre de la aldea de Uzushiogakure. — ordenó Sora desenvainando la espada.
— ¿Otra vez? ¡No he hecho nada! — dijo antes de mirar su propia arma y chasquear la lengua, agarrando al hombre que estaba amenazando y poniendole el filo de la espada en el cuello. — Apartate o lo mato.
Sora ladeó la cabeza, sin inmutarse.
— Ambos sois criminales. ¿Crees de verdad que eso va a funcionar?
Tras dar sus ordenes, se separó y entró un par de pasos por el centro del callejón.
— ¡Eh! Deteneos ahora mismo en nombre de la aldea de Uzushiogakure. — ordenó Sora desenvainando la espada.
— ¿Otra vez? ¡No he hecho nada! — dijo antes de mirar su propia arma y chasquear la lengua, agarrando al hombre que estaba amenazando y poniendole el filo de la espada en el cuello. — Apartate o lo mato.
Sora ladeó la cabeza, sin inmutarse.
— Ambos sois criminales. ¿Crees de verdad que eso va a funcionar?