27/01/2025, 23:31
El hombre les dedicó a ambas una breve mirada antes de empezar a reirse.
— Pero si sois un par de crias, jajaja. — apoyó las manos en el suelo, dispuesto a levantarse.
Sin embargo, la punta de la hoja de Sora se clavó en su antebrazo. No lo atravesó ni le cortó el brazo, pero el hombre empezó a gritar como si le acabasen de amputar una extremidad. Entonces Rin vería que alrededor de la herida empezaba a ponersele blanca la piel. Se estaba congelando desde dentro.
— Somos kunoichis de esta aldea y nos trataras con respeto. — dijo en un tono más amenazador.
— ¿Qué mierdas? ¡Aaah! Joder, ¿qué me has hecho? — el hombre se había apartado de Sora tan rápido como había podido, topando con la pared del final del callejón.
— Pero si sois un par de crias, jajaja. — apoyó las manos en el suelo, dispuesto a levantarse.
Sin embargo, la punta de la hoja de Sora se clavó en su antebrazo. No lo atravesó ni le cortó el brazo, pero el hombre empezó a gritar como si le acabasen de amputar una extremidad. Entonces Rin vería que alrededor de la herida empezaba a ponersele blanca la piel. Se estaba congelando desde dentro.
— Somos kunoichis de esta aldea y nos trataras con respeto. — dijo en un tono más amenazador.
— ¿Qué mierdas? ¡Aaah! Joder, ¿qué me has hecho? — el hombre se había apartado de Sora tan rápido como había podido, topando con la pared del final del callejón.