29/01/2025, 18:32
Las palabras de Rin tuvieron más efecto de lo que ella misma podría imaginar. Sora se puso palida, lo cual era dificil de percibir, pero le apartó la mirada, algo que raramente había hecho. Siempre miraba fijamente y con seriedad.
— No me gustan los trenes. — dijo sin más.
Por suerte, la llegada de la comida le desvió los pensamientos que tenía a otra cosa. Empezó por lo que le pareció más curioso, las empanadillas fritas. Cogió una y le dio un mordisco. Automaticamente se llevó una mano a la mejilla, mientras sus ojos se iluminaban.
— Diosa, esto está buenisimo. — dijo con una emoción impropia de ella.
Empezó a probar cada plato y soltando soniditos de satisfacción con cada uno.
— No me gustan los trenes. — dijo sin más.
Por suerte, la llegada de la comida le desvió los pensamientos que tenía a otra cosa. Empezó por lo que le pareció más curioso, las empanadillas fritas. Cogió una y le dio un mordisco. Automaticamente se llevó una mano a la mejilla, mientras sus ojos se iluminaban.
— Diosa, esto está buenisimo. — dijo con una emoción impropia de ella.
Empezó a probar cada plato y soltando soniditos de satisfacción con cada uno.