9/02/2025, 19:12
Sora se quedó parada un segundo por la falta de indicaciones por parte del padre de Rin. Sin embargo, ya se había percatado que vivían en el piso superior, así que simplemente subió las escaleras, esperando encontrar a Rin o a alguien que le indicara con un poco más de entusiasmo. Por suerte, encontró directamente a Rin. Se atusó un poco el kimono y se asomó a la cocina.
— ¿Rin? Ya estoy aquí. — informó con su habitual neutralidad, parandose en el marco de la puerta como si fuese una vampiresa y necesitase su permiso para entrar.
— ¿Rin? Ya estoy aquí. — informó con su habitual neutralidad, parandose en el marco de la puerta como si fuese una vampiresa y necesitase su permiso para entrar.