9/02/2025, 21:10
Su estrategia funcionó, pero funciono mejor de lo que Rin había siquiera calculado si es que acaso podía hacerlo. Poco a poco se fue sonrojando más y más, y la ira y vergüenza se entremezclaban de una forma realmente extraña que no era capaz de controlar, expresar ni sostener. Apretó un poco los labios, temblorosa, mirando al suelo, muerta de la vergüenza, llevándose las manos cerca de la boca una junto a la otra. ¿Cómo podía decirle algo tan sincero así sin más pese a que ella lo hubiera estado provocando? ¡Claramente, la culpa era de Sora, no de ella!
Pero ahora ni siquiera le salían las palabras. Se sentía realmente débil y vulnerable.
Pero ahora ni siquiera le salían las palabras. Se sentía realmente débil y vulnerable.