12/02/2025, 16:12
Sora, con su calma habitual, alzó su mano para recogerle el pelo a Rin detrás de la oreja y poder verla mejor.
— Nunca he entendido por qué le das tantas vueltas a lo de ser kunoichi. Para empezar, ya lo eres. ¿No quieres pelear y ayudar a la gente y que te paguen por ello? Tienes más motivos tú que yo para ser kunoichi. — se quedó mirandola a la espera de que le contestase de nuevo.
Estaba más seria que antes, pero seguía mirandola con afecto, en lugar de completa frialdad.
— Nunca he entendido por qué le das tantas vueltas a lo de ser kunoichi. Para empezar, ya lo eres. ¿No quieres pelear y ayudar a la gente y que te paguen por ello? Tienes más motivos tú que yo para ser kunoichi. — se quedó mirandola a la espera de que le contestase de nuevo.
Estaba más seria que antes, pero seguía mirandola con afecto, en lugar de completa frialdad.