12/02/2025, 16:37
— Muy bien. — fue lo último que dijo antes de empezar a caminar hacia su hacienda en silencio.
No era un camino demasiado largo, pero Sora parecía ir sin prisa, con su elegancia habitual. No fue hasta que llegaron a la puerta que alguien hablaría de nuevo.
— Oh, señorita Sora. Osea que es verdad, usted y la señorita Rin... — comentó al instante la guardia de la puerta sin siquiera saludar.
— Por favor, Cynthia.
No era un camino demasiado largo, pero Sora parecía ir sin prisa, con su elegancia habitual. No fue hasta que llegaron a la puerta que alguien hablaría de nuevo.
— Oh, señorita Sora. Osea que es verdad, usted y la señorita Rin... — comentó al instante la guardia de la puerta sin siquiera saludar.
— Por favor, Cynthia.