16/02/2025, 15:36
Rin terminaría de escurrirse en el cuerpo de su senpai, tumbándose en la cama y apoyando la cabeza en las piernas de la peliblanca. Se veía todavía visiblemente afectada por lo ocurrido, y seguramente hasta que no acabara el día no terminaría de cambiarle mucho el estado de ánimo.
— Anoche no estuviste fría, tenías una temperatura bastante normal, algo cálida, incluso — cerró los ojos y suspiró. — Siento haberte arrastrado hasta aquí, puedes irte cuando lo desees...
— Anoche no estuviste fría, tenías una temperatura bastante normal, algo cálida, incluso — cerró los ojos y suspiró. — Siento haberte arrastrado hasta aquí, puedes irte cuando lo desees...