5/05/2025, 16:19
Rin rodeó la cintura de Sora ante aquella afirmación, hundiendo un poco las cabeza en su pecho, respirando con profundidad. Cuando por fin se separó, Sora no vería una mirada de lujuria o segundas intenciones como la que ella había mostrado segundos atrás, si no la de una chica dolorida, débil y frágil. Se separó entrelanzando solo un par de dedos con la mano de Sora, para caminar hasta su cuarto tirando de ella con ligereza, tanta, que si Sora no le seguía se separarían sus dedos con una increíble facilidad.
Después, abrió la puerta de su cuarto, y se acercó a su cama para acomodar varios cojines y peluches.
Después, abrió la puerta de su cuarto, y se acercó a su cama para acomodar varios cojines y peluches.