21/02/2016, 20:40
(Última modificación: 21/02/2016, 21:17 por Eikyuu Juro.)
—Te sugiero que des vuelta y vuelvas a donde están tus amiguitos —dijo, victorioso—. la piedra es mía.
La cosa no había salido demasiado bien después de todo. El tipo en cuestión era mucho más fuerte de lo que él había imaginado - no había contado con que tuviese una fuerza física media para su edad - así que Juro hizo un esfuerzo por no quedar mal, y mantenerse estable.
En ese momento, barajó las opciones que tenía. Se había guardado la gema en el bolsillo. Tenía que arrebatársela. Aun mantenía la suya en su mano izquierda, aferrándose a ella. No se la podían quitar. Tenía que quitársela antes de que él se la quitase, estaba claro que iba a hacerlo. Se veía en su mirada.
—Yo te sugiero que te quedes quieto y me entregues la gema —dijo, siniestro—, si quieres conservar la cabeza claro está.
Como un angel salvador, Kazuma había aprovechado el momento en que él había peleado contra aquel tipejo para acercarse a él con sigilo y le había puesto la espada en su cuello. ¡Era perfecto! Y sin embargo...
"Me entregues... Me entregues.... Me entregues..."
Kazuma quería la gema para él.
Se puso aun más nervioso. ¿Qué diablos iba a hacer? Kazuma era su maldito compañero. Quizás pudiesen hablarlo, quizás la podían compartir... No, el la quería entera. Toda para él. Si, seguro que Kazuma lo entendía. En ese momento, no le quedaba otra más que seguirle el rollo. Era su mejor opción de supervivencia.
- Esa gema es mía - le informó Juro, al que se la había robado. Bueno, vale, no era suya. Pero ya si - Así que por favor, dámela. Dánosla. No tiene que pasar nada peor...
Juro contuvo el nerviosismo. ¿Lo había conseguido? No, seguramente no. Estaba ansioso. De verdad necesitaba esa gema... Pero no podía hacer nada. Kazuma le tenía, Juro no. Si hacía algún movimiento en falso, podría provocar una masacre. Y aunque estuviese desesperado, algo dentro de él aun le decía que matar estaba mal.
Quiso saltar en ese mismo momento hacia el tipo y quitarsela, darle de latigazos hasta que se la diese... Pero no se movió, convencido de que le iba a dar la gema si o si. Después de todo, a no ser que tuviese un as bajo la manga, era su única posibilidad... ¿No?
"Kazuma maneja la situación, yo no puedo hacer nada. Esperare el mejor momento y se la quitaré a quién sea... Un latigazo tampoco es una herida muy grave..." - se recordó así mismo, esperando una respuesta.
La situación estaba bajo control durante esos momentos... hasta que repentinamente. Pum. Todo se fue a la mierda.
Juro no supo que pasó en ese momento, ya que tenía su mirada fija en el "ladrón". Pero detrás suyo, a alguién le había dado por remodelar el suelo, provocando un gran temblor por la zona. Juro trastabilleó y terminó por caer al suelo de culo, ante la sorpresa del golpe. Le tomó unos segundos darse cuenta de la situación en la que estaba.
La cosa no había salido demasiado bien después de todo. El tipo en cuestión era mucho más fuerte de lo que él había imaginado - no había contado con que tuviese una fuerza física media para su edad - así que Juro hizo un esfuerzo por no quedar mal, y mantenerse estable.
En ese momento, barajó las opciones que tenía. Se había guardado la gema en el bolsillo. Tenía que arrebatársela. Aun mantenía la suya en su mano izquierda, aferrándose a ella. No se la podían quitar. Tenía que quitársela antes de que él se la quitase, estaba claro que iba a hacerlo. Se veía en su mirada.
—Yo te sugiero que te quedes quieto y me entregues la gema —dijo, siniestro—, si quieres conservar la cabeza claro está.
Como un angel salvador, Kazuma había aprovechado el momento en que él había peleado contra aquel tipejo para acercarse a él con sigilo y le había puesto la espada en su cuello. ¡Era perfecto! Y sin embargo...
"Me entregues... Me entregues.... Me entregues..."
Kazuma quería la gema para él.
Se puso aun más nervioso. ¿Qué diablos iba a hacer? Kazuma era su maldito compañero. Quizás pudiesen hablarlo, quizás la podían compartir... No, el la quería entera. Toda para él. Si, seguro que Kazuma lo entendía. En ese momento, no le quedaba otra más que seguirle el rollo. Era su mejor opción de supervivencia.
- Esa gema es mía - le informó Juro, al que se la había robado. Bueno, vale, no era suya. Pero ya si - Así que por favor, dámela. Dánosla. No tiene que pasar nada peor...
Juro contuvo el nerviosismo. ¿Lo había conseguido? No, seguramente no. Estaba ansioso. De verdad necesitaba esa gema... Pero no podía hacer nada. Kazuma le tenía, Juro no. Si hacía algún movimiento en falso, podría provocar una masacre. Y aunque estuviese desesperado, algo dentro de él aun le decía que matar estaba mal.
Quiso saltar en ese mismo momento hacia el tipo y quitarsela, darle de latigazos hasta que se la diese... Pero no se movió, convencido de que le iba a dar la gema si o si. Después de todo, a no ser que tuviese un as bajo la manga, era su única posibilidad... ¿No?
"Kazuma maneja la situación, yo no puedo hacer nada. Esperare el mejor momento y se la quitaré a quién sea... Un latigazo tampoco es una herida muy grave..." - se recordó así mismo, esperando una respuesta.
La situación estaba bajo control durante esos momentos... hasta que repentinamente. Pum. Todo se fue a la mierda.
Juro no supo que pasó en ese momento, ya que tenía su mirada fija en el "ladrón". Pero detrás suyo, a alguién le había dado por remodelar el suelo, provocando un gran temblor por la zona. Juro trastabilleó y terminó por caer al suelo de culo, ante la sorpresa del golpe. Le tomó unos segundos darse cuenta de la situación en la que estaba.