25/02/2016, 23:05
- Yo soy Eikyu Juro, encantado - contestó el chico, con una sonrisa-. Y si, soy un participante del torneo, de Uzushiogakure. Acabo de salir ahora de la sala, como tu, supongo.
Ayame tardó algunos segundos en reaccionar, y cuando lo hizo sacudió la cabeza y asintió de manera efusiva. Se había quedado sorprendida al confirmar que aquel shinobi era participante del torneo. ¡No tenía ni un solo arañazo! ¿Tan poderoso era que no había encajado ni un solo golpe? Quizás era famoso en Uzushiogakure...
- Y... ¿Te fue bien en la primera ronda?
—B... Bueno... Demasiado bien diría yo. Mi oponente era un shinobi de Takigakure, no aguantó ni diez minutos en pie —se encogió de hombros, pero entonces se dio cuenta de que lo que había dicho podía interpretarse de mil y una maneras diferentes y, alarmada, se apresuró a alzar las manos para explicarse—. ¡Pero yo no fui, lo juro! Le hice caer del pilar y se quedó inconsciente en el acto y... y... ¡Ay, me estoy explicando fatal! Seguro que estás pensando que soy algo parecido a una ases...
Fue incapaz de completar la frase. Mordiéndose el labio inferior, hundió la mirada en el suelo. Ni siquiera se había dado cuenta de que seguía tirada en el suelo y que Juro le estaba tendiendo la mano en un ofrecimiento de ayuda.
Ayame tardó algunos segundos en reaccionar, y cuando lo hizo sacudió la cabeza y asintió de manera efusiva. Se había quedado sorprendida al confirmar que aquel shinobi era participante del torneo. ¡No tenía ni un solo arañazo! ¿Tan poderoso era que no había encajado ni un solo golpe? Quizás era famoso en Uzushiogakure...
- Y... ¿Te fue bien en la primera ronda?
—B... Bueno... Demasiado bien diría yo. Mi oponente era un shinobi de Takigakure, no aguantó ni diez minutos en pie —se encogió de hombros, pero entonces se dio cuenta de que lo que había dicho podía interpretarse de mil y una maneras diferentes y, alarmada, se apresuró a alzar las manos para explicarse—. ¡Pero yo no fui, lo juro! Le hice caer del pilar y se quedó inconsciente en el acto y... y... ¡Ay, me estoy explicando fatal! Seguro que estás pensando que soy algo parecido a una ases...
Fue incapaz de completar la frase. Mordiéndose el labio inferior, hundió la mirada en el suelo. Ni siquiera se había dado cuenta de que seguía tirada en el suelo y que Juro le estaba tendiendo la mano en un ofrecimiento de ayuda.