26/02/2016, 16:48
La nariz del calvo comenzaba a calentarse más de la cuenta y con la vista borrosa y el pitido en sus oídos trató de alejarse como pudo para no terminar con la cara quemada por una simple vela. Se sentó con las piernas cruzadas frente a su pequeña fuente de luz que no lograba iluminar lo suficiente en un espacio abierto como lo estaba.
Un grito que no sabía de donde provenía, pero que seguramente era de un hombre, lo sacó de su shock causado por el estallido de hace unos segundos y trató de prestar más atención al ambiente que lo rodeaba. Comenzó a girar su cabeza para ver solamente unos pequeños pilones de piedra a unos pocos metros de él. Más allá de ese lugar mínimamente iluminado por la poca luz que entraba en una noche como esa poco era lo que podía diferenciar. Podía escuchar susurros, podía escuchar pisada pero no podía identificar a nadie que estuviera bajo esa cúpula en la que él estaba.
De pronto, el primer ser humano hizo acto de presencia justo en el medio del halo de luz que entraba por el punto máximo de la cúpula. Karamaru no lo podía describir, apenas veía una silueta que simplemente se agachó y volvió a su postura común. Tal vez le podría decir que estaba pasando, tal vez podría atacarlo al verlo, tal vez podría salir corriendo, tal vez muchas cosas pero al monje poco le servía quedarse quieto con una vela a su lado.
«Supongo que debería de ir a hablarle, solamente no tengo que bajar la guardia...»
Cuando Karamaru hizo el ademán para despegar su culo del piso un pequeño terremoto surgió bajo sus pies que hizo que volviese a pegar su trasero al piso. La vela cayó, su luz se apagó al golpear la tierra y comenzó a rodar para su derecha. Cuando se quiso dar cuenta una línea cortaba la superficie, como si se hubiesen separado dos pedazos del suelo, y su única fuente de luz se fue hasta el fondo, un fondo tan oscuro que el pelado nunca podría ver en que momento había llegado hasta el punto más bajo posible de esa falla.
El miedo comenzó a apoderarse de él y necesitaba correr hacía algún lugar seguro, pero la pregunta era para dónde. Si el suelo seguía desmoronándose iría a parar al mismo lugar que su vela y obviamente él no quería eso. Se levantó lo más rápido que pudo y sin mirar al suelo comenzó a correr derecho a la posición de esa persona que había visto antes. Lo veía parado y sin perder el equilibrio, ¿Quién no se cae con un temblor como ese?
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘