8/03/2016, 03:36
El muro que debían de purificar se encontraba justo frente a ellos, con un gran dibujo negro que se presentaba como algo difícil de borrar. Las reacciones diferían entre los Genin; unos estaban impresionados por la extensión del acto vandálico y otros simplemente repugnados ante la falta de buen gusto del grafiti. Por su parte Nabi sufrió un arranque de… Bueno, de esos que le solían dar cuando se imaginaba a sí mismo como una especie de líder. Sin mediaciones ni permisos, le ordenó a Juro que consiguiera un poco de agua. Este, para sorpresa de Kazuma, obedeció sin rechistar o poner pero alguno.
«Un Suiton solo para conseguir un poco de agua…»
Pensaba que usar Ninjutsu era algo innecesario puesto que en un extremo del jardín había divisado una especie de grifo goteante. Bien pudo haber dicho algo, pero no quería perderse la oportunidad de apreciar el látigo del pelo negro en acción. Al final fue un espectáculo tenue; el agua fluyendo desde el cuerpo del arma flexible. La cantidad no fue mucha, pero Kazuma imaginaba que si pudiera hacer lo mismo en una escala mayor… Bueno sería algo muy interesante en combate, por no decir práctico y sorpresivo.
«Tiene cierta gracia irónica —observaba el dibujo y la forma en la que estaba dispuesto en la pared—. Limpiaremos el negro arte de una mujer que está limpiando una mancha negra.»
Cuando la cubeta estuvo llena por la mitad, cuando el Eikyu preguntaba si sería suficiente y mientras el Uchiha pensaba en lo genial que se sentía cuando obedecían sus mandatos. Durante todo aquello, el Ishimura ya había empezado a preparar los guantes y los demás instrumento creados para destruir la suciedad en forma de manchas.
—Equipo… —dijo calmadamente cuando recordó algo que le parecía importante—. Creo que deberíamos tocar la puerta y avisar a los dueños de que vamos a limpiar el lateral de la casa… Digo, solo por si acaso.
«Un Suiton solo para conseguir un poco de agua…»
Pensaba que usar Ninjutsu era algo innecesario puesto que en un extremo del jardín había divisado una especie de grifo goteante. Bien pudo haber dicho algo, pero no quería perderse la oportunidad de apreciar el látigo del pelo negro en acción. Al final fue un espectáculo tenue; el agua fluyendo desde el cuerpo del arma flexible. La cantidad no fue mucha, pero Kazuma imaginaba que si pudiera hacer lo mismo en una escala mayor… Bueno sería algo muy interesante en combate, por no decir práctico y sorpresivo.
«Tiene cierta gracia irónica —observaba el dibujo y la forma en la que estaba dispuesto en la pared—. Limpiaremos el negro arte de una mujer que está limpiando una mancha negra.»
Cuando la cubeta estuvo llena por la mitad, cuando el Eikyu preguntaba si sería suficiente y mientras el Uchiha pensaba en lo genial que se sentía cuando obedecían sus mandatos. Durante todo aquello, el Ishimura ya había empezado a preparar los guantes y los demás instrumento creados para destruir la suciedad en forma de manchas.
—Equipo… —dijo calmadamente cuando recordó algo que le parecía importante—. Creo que deberíamos tocar la puerta y avisar a los dueños de que vamos a limpiar el lateral de la casa… Digo, solo por si acaso.