10/03/2016, 15:14
(Última modificación: 10/03/2016, 15:23 por Sasagani Yota.)
—¡Maldita sea! ¿De verdad me estás preguntando eso a mí? —exclamó, terriblemente alarmada—. Eso... ¡Eso era un rugido! ¿Con qué clase de animal habéis topado?
Así era, lo preguntaba en serio. Era mi gran baza. Ella y su posible factor sorpresa para poder reducir aquella bestia hambrienta. Me sentía como un simple filete ante su amenazante mirada. Pero la muchacha de la lluvia lo tiró todo al traste cuando optó por tomar la iniciativa de la contienda.
*Ups... Cambio de planes*
Ayame corría hacía el tigre de sables afilados como cuchillas mientras yo seguía al lado de una paralizada Mitsuki hasta que...
Algo salió disparando de entre la maleza como un silbido amenazador. Joder, por si no teníamos suficiente con el animal, algo más aguardaba entre los arbustos. Aunque algo no acababa de cuadrarme, ¡No era un enemigo! No lo parecía al menos. Se trataba de un Fuuma Shuriken y volaba en dirección al cuello del animal que a su vez había saltado hacia Ayame, la cual no había duda en tomar la iniciativa y tomar las riendas de la situación.
-¡No!- exclamé aterrorizado -¡Apártate de ahí!-
Lancé una telaraña hasta la espalda de la muchacha y tiré de ella con fuerza para echarla hacia atrás antes de que todo sucediese, pero lo único que sucedió fue que cuando la telaraña la alcanzó, se disolvió en una nube de humo y el animal cayó tendido al suelo con el arma clavada en su debilitado cuerpo.
Por su parte, la Hyuga seguía paralizada. A saber qué diantres había sucedido antes de que llegase hasta su posición...
Así era, lo preguntaba en serio. Era mi gran baza. Ella y su posible factor sorpresa para poder reducir aquella bestia hambrienta. Me sentía como un simple filete ante su amenazante mirada. Pero la muchacha de la lluvia lo tiró todo al traste cuando optó por tomar la iniciativa de la contienda.
*Ups... Cambio de planes*
Ayame corría hacía el tigre de sables afilados como cuchillas mientras yo seguía al lado de una paralizada Mitsuki hasta que...
¡¡FIUUUUUUUU!!
Algo salió disparando de entre la maleza como un silbido amenazador. Joder, por si no teníamos suficiente con el animal, algo más aguardaba entre los arbustos. Aunque algo no acababa de cuadrarme, ¡No era un enemigo! No lo parecía al menos. Se trataba de un Fuuma Shuriken y volaba en dirección al cuello del animal que a su vez había saltado hacia Ayame, la cual no había duda en tomar la iniciativa y tomar las riendas de la situación.
-¡No!- exclamé aterrorizado -¡Apártate de ahí!-
Lancé una telaraña hasta la espalda de la muchacha y tiré de ella con fuerza para echarla hacia atrás antes de que todo sucediese, pero lo único que sucedió fue que cuando la telaraña la alcanzó, se disolvió en una nube de humo y el animal cayó tendido al suelo con el arma clavada en su debilitado cuerpo.
Por su parte, la Hyuga seguía paralizada. A saber qué diantres había sucedido antes de que llegase hasta su posición...
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa