Eran los primeros días del aliento nevado, el cumpleaños del joven heredero de la familia Takanashi estaba próximo, una de las épocas favoritas de Tatsuya era el invierno, no era que no le agradara el típico calor de Takigakure pero en definitiva se sentía más cómodo cuando el clima estaba templado. El río de la cascada era un lugar tranquilizante, se podía disfrutar mejor del sol en esa zona alrededor de la aldea que dentro de ella por obvias razones, era agradable ver las nubes pasar lentamente ya que no están las frondosas ramas del Árbol Sagrado para evitar ver el cielo, Tatsuya solía venir aca desde pequeño para entrenar en soledad y disfrutaba en gran medida de la tranquildad de la naturaleza.
Sin embargo hoy no era para nada uno de esos días de reflexión en soledad, su padre lo había obligado a acompañar a su hermano adoptivo Katsuo, su padre ni siquiera le negó el hecho de que lo hizo porque no soportaba tenerlo más en casa y que sería bueno para descansar un rato de sus constantes desmadres. Tatsuya sentía exagerada la manera en la que su padre lo trataba, casi que parecía que lo despreciaba, pero de ser así quizás nunca lo hubiera adoptado, si lo quería pero era muy, pero muy exigente con él. Aunque bueno era un mal necesario, cuando Katsuo pasó la academia lo hizo con notas muy bajas, y eso que quizás su padre tuvo que mover influencias para que lo dejaran aprobar.
Sea como sea Tatsuya desea ayudar a su hermano, aunque el no sea precisamente un buen ejemplo, Tatsuya también es un genin novato, pero al menos con mayor experiencia que el, Tatsuya si bien se graduó algo tarde de la academia a sus 14 fue porque justamente ingresó tarde, sólo tuvo que pasar un año ya que su padre le había enseñado las bases del estilo Kenjutsu desde pequeñito, pero, desde que se graduó su padre le dijo que ya no le iba a ayudar a entrenar más, le dijo que sí deseaba ser un ninja sin igual debía ser por su propio esfuerzo, sin intentar compararse a nadie más, no importa lo que hicieran otros, el debía ser un ninja único.
"Bueno, supongo que no me queda de otra que hacer las cosas a mi manera"
Tatsuya se encontraba sentado sobre una piedra enorme al borde del río, bajo la leve sombra del enorme peñon, observaba desde lejos como entrenaba su hermano, Tatsuya simplemente se encontraba supervisando y quizás corrigiendo algunas cositas, su hermano tenía problemas hasta con las habilidades más básicas que debería tener un ninja. Tatsuya tenía sus propios métodos de entrenamiento ideados por sí mismo, pero consideraba que si Katsuo no dominaba lo básico no valdría la pena siquiera intentar algo más profundo, un shinobi debe ser sereno para mantener la calma en momentos de tensión, algo que el irascible Katsuo difícilmente podría lograr.
-Katsuo, hazlo bien que no quiero quedarme hasta el anochecer por tener que verte repetir una y otra vez la misma rutina- Dijo Tatsuya alzando la voz pero sin gritar.
Tatsuya solía hablar de manera más coloquial con su hermano, aunque si bien, Katsuo no lo trataba de igual manera.
Sin embargo hoy no era para nada uno de esos días de reflexión en soledad, su padre lo había obligado a acompañar a su hermano adoptivo Katsuo, su padre ni siquiera le negó el hecho de que lo hizo porque no soportaba tenerlo más en casa y que sería bueno para descansar un rato de sus constantes desmadres. Tatsuya sentía exagerada la manera en la que su padre lo trataba, casi que parecía que lo despreciaba, pero de ser así quizás nunca lo hubiera adoptado, si lo quería pero era muy, pero muy exigente con él. Aunque bueno era un mal necesario, cuando Katsuo pasó la academia lo hizo con notas muy bajas, y eso que quizás su padre tuvo que mover influencias para que lo dejaran aprobar.
Sea como sea Tatsuya desea ayudar a su hermano, aunque el no sea precisamente un buen ejemplo, Tatsuya también es un genin novato, pero al menos con mayor experiencia que el, Tatsuya si bien se graduó algo tarde de la academia a sus 14 fue porque justamente ingresó tarde, sólo tuvo que pasar un año ya que su padre le había enseñado las bases del estilo Kenjutsu desde pequeñito, pero, desde que se graduó su padre le dijo que ya no le iba a ayudar a entrenar más, le dijo que sí deseaba ser un ninja sin igual debía ser por su propio esfuerzo, sin intentar compararse a nadie más, no importa lo que hicieran otros, el debía ser un ninja único.
"Bueno, supongo que no me queda de otra que hacer las cosas a mi manera"
Tatsuya se encontraba sentado sobre una piedra enorme al borde del río, bajo la leve sombra del enorme peñon, observaba desde lejos como entrenaba su hermano, Tatsuya simplemente se encontraba supervisando y quizás corrigiendo algunas cositas, su hermano tenía problemas hasta con las habilidades más básicas que debería tener un ninja. Tatsuya tenía sus propios métodos de entrenamiento ideados por sí mismo, pero consideraba que si Katsuo no dominaba lo básico no valdría la pena siquiera intentar algo más profundo, un shinobi debe ser sereno para mantener la calma en momentos de tensión, algo que el irascible Katsuo difícilmente podría lograr.
-Katsuo, hazlo bien que no quiero quedarme hasta el anochecer por tener que verte repetir una y otra vez la misma rutina- Dijo Tatsuya alzando la voz pero sin gritar.
Tatsuya solía hablar de manera más coloquial con su hermano, aunque si bien, Katsuo no lo trataba de igual manera.