15/03/2016, 16:41
¿No se suponía que solo tenías que mirar? No te metas más de lo necesario- Fue la respuesta de Katsuo a al ofrecimiento de Tatsuya.
-Hmmhhhhh...- Suspiró de manera profunda.
Tatsuya ya se esperaba una respuesta como esa pero no se iba a rendir, el quería ayudarlo y con eso en mente pretendía seguir haciendo lo que pudiera, Katsuo parecía ponerle todavía más empeño, no sabía a que se debía ese repentino cambio de actitud hacia el entrenamiento pero fuera lo que fuera instaba a Katsuo a mejorar y eso era más que suficiente para hacer sentir feliz a Tatsuya aunque aún había mucho camino por delante. Era mejor dejarlo así que no vaya a ser que por querer indagar a Katsuo se le terminase llendo el impulso.
Pensó en invitarlo a almorzar pero se imaginó que de nuevo le iba a salir con una mala contestación, total si le decía algo se enojaba y si no también, así que decidió ponerse a comer el sólo, ya luego Katsuo le pediría algo cuando se le antojase. Había traído dos obentos y unos mochis, los favoritos de Tatsuya. Las criadas de la casa eran excelentes cocineras, a veces el propio Tatsuya las ayudaba a preparar la comida, pensaba que como un ninja en ocasiones tendrá que valerse por sí mismo y deberá preparar su propia comida, así que si iba a tener que cocinar pues al menos que supiera bien.
Así pues Tatsuya se dispuso a comer, una sonrisa se dibujó en su cara a la hora de probar los mochis, era casi un día casi perfecto, había podido salir a admirar el cielo, el clima estaba templado como a él le gustaba, Katsuo se estaba esforzando y podía disfrutar de una comida ligera sin preocuparse, ¿qué podría salir mal?.
Tatsuya mientras daba bocaditos pequeños observó el cielo, meditando sobre la tranquilidad del lugar, una bella tierra que ya no estaría nunca más bajo la amenaza de Kusagakure, aquella aldea que desapareció en una sóla noche. Durante años su padre solía estar mucho tiempo fuera durante la época de guerra, y cada uno de esos años Tatsuya deseaba que la guerra se acabase, durante años Yubiwa-sama el Kawakage mantuvo en secreto la existencia de Takigakure, así pues ahora que Kusagakure fue arrasada ya no se vieron en la necesidad de hacerlo ellos mismos; pero era perturbador imaginar quién o qué destruyó a sus enemigos por ellos. A Tatsuya no le complacía del todo que la paz de la aldea se debiera a la desgracia de otros.
-Hmmhhhhh...- Suspiró de manera profunda.
Tatsuya ya se esperaba una respuesta como esa pero no se iba a rendir, el quería ayudarlo y con eso en mente pretendía seguir haciendo lo que pudiera, Katsuo parecía ponerle todavía más empeño, no sabía a que se debía ese repentino cambio de actitud hacia el entrenamiento pero fuera lo que fuera instaba a Katsuo a mejorar y eso era más que suficiente para hacer sentir feliz a Tatsuya aunque aún había mucho camino por delante. Era mejor dejarlo así que no vaya a ser que por querer indagar a Katsuo se le terminase llendo el impulso.
Pensó en invitarlo a almorzar pero se imaginó que de nuevo le iba a salir con una mala contestación, total si le decía algo se enojaba y si no también, así que decidió ponerse a comer el sólo, ya luego Katsuo le pediría algo cuando se le antojase. Había traído dos obentos y unos mochis, los favoritos de Tatsuya. Las criadas de la casa eran excelentes cocineras, a veces el propio Tatsuya las ayudaba a preparar la comida, pensaba que como un ninja en ocasiones tendrá que valerse por sí mismo y deberá preparar su propia comida, así que si iba a tener que cocinar pues al menos que supiera bien.
Así pues Tatsuya se dispuso a comer, una sonrisa se dibujó en su cara a la hora de probar los mochis, era casi un día casi perfecto, había podido salir a admirar el cielo, el clima estaba templado como a él le gustaba, Katsuo se estaba esforzando y podía disfrutar de una comida ligera sin preocuparse, ¿qué podría salir mal?.
Tatsuya mientras daba bocaditos pequeños observó el cielo, meditando sobre la tranquilidad del lugar, una bella tierra que ya no estaría nunca más bajo la amenaza de Kusagakure, aquella aldea que desapareció en una sóla noche. Durante años su padre solía estar mucho tiempo fuera durante la época de guerra, y cada uno de esos años Tatsuya deseaba que la guerra se acabase, durante años Yubiwa-sama el Kawakage mantuvo en secreto la existencia de Takigakure, así pues ahora que Kusagakure fue arrasada ya no se vieron en la necesidad de hacerlo ellos mismos; pero era perturbador imaginar quién o qué destruyó a sus enemigos por ellos. A Tatsuya no le complacía del todo que la paz de la aldea se debiera a la desgracia de otros.