21/03/2016, 22:49
—¡En mi sillita! Os vi pelear con mamá y papá, ¿lo habéis olvidado? Tedi tiene que estar en mi sillita —repitió la niña, con una clara ansiedad proveniente de la perdida.
Juro se cruzo de brazos, pensando. La respuesta de la niña era más que clara... y sin embargo, no tenían ni idea de su asiento. Probablemente, ella misma tampoco lo sabía. Era una estupidez preguntarle, no iba a dar más información de esto.
Por lo menos, supo que Ayame estaba de su lado, o al menos eso fue lo que Juro interpretó con la mirada que le dio. Juro sonrió disimuladamente, iba a ser un trabajo para dos, aunque ambos fueran de diferente aldea.
"Misión de Rango D, encuentra el osito de peluche...."
—Debe estar en las gradas. Tendremos que buscar allí —la sonrisa de Juro se hizo más evidente, no se había equivocado con ella—. Pero es peligroso que estés aquí en medio, con tanta gente. Espéranos junto a tus padres en la salida del estadio, ¿de acuerdo?
La niña, motivada por las palabras de Ayame y el asentimiento de Juro, salió corriendo hacia lo que debía ser la salida. Juro esperó que no le pasase nada.
—¡Vamos, antes de que se nos haga tarde! —dijo Ayame, mientras comenzaba a correr.
- ¡Bien! - exclamo, mientras la seguía en el camino.
Y así, ambos shinobis comenzaron a correr con su agilidad característica, tratando de evitar la muralla de gente que se había formado. Si salir se había hecho difícil, entrar...
- Vale, tenemos que conseguir llegar hasta ahí arriba como podamos - murmuró Juro, antes de abalanzarse sobre la marea de gente, que poco a poco creccía sobre ellos - Las gradas tenían pinta de ser muy grandes y tampoco sabemos donde estaba exactamente... pero ahora, hay que conseguir llegar sin perdernos...
En el primer choque contra una persona, más bien un hombre alto y barbudo, Juro se sintió bastante mal.
- ¡Lo siento! - exclamó, rodeándolo para no perder a Ayame.
Los demás choque fueron inevitables, mujeres, hombres, incluso viejas., pero Juro ya no se sintió tan mal...
Juro se cruzo de brazos, pensando. La respuesta de la niña era más que clara... y sin embargo, no tenían ni idea de su asiento. Probablemente, ella misma tampoco lo sabía. Era una estupidez preguntarle, no iba a dar más información de esto.
Por lo menos, supo que Ayame estaba de su lado, o al menos eso fue lo que Juro interpretó con la mirada que le dio. Juro sonrió disimuladamente, iba a ser un trabajo para dos, aunque ambos fueran de diferente aldea.
"Misión de Rango D, encuentra el osito de peluche...."
—Debe estar en las gradas. Tendremos que buscar allí —la sonrisa de Juro se hizo más evidente, no se había equivocado con ella—. Pero es peligroso que estés aquí en medio, con tanta gente. Espéranos junto a tus padres en la salida del estadio, ¿de acuerdo?
La niña, motivada por las palabras de Ayame y el asentimiento de Juro, salió corriendo hacia lo que debía ser la salida. Juro esperó que no le pasase nada.
—¡Vamos, antes de que se nos haga tarde! —dijo Ayame, mientras comenzaba a correr.
- ¡Bien! - exclamo, mientras la seguía en el camino.
Y así, ambos shinobis comenzaron a correr con su agilidad característica, tratando de evitar la muralla de gente que se había formado. Si salir se había hecho difícil, entrar...
- Vale, tenemos que conseguir llegar hasta ahí arriba como podamos - murmuró Juro, antes de abalanzarse sobre la marea de gente, que poco a poco creccía sobre ellos - Las gradas tenían pinta de ser muy grandes y tampoco sabemos donde estaba exactamente... pero ahora, hay que conseguir llegar sin perdernos...
En el primer choque contra una persona, más bien un hombre alto y barbudo, Juro se sintió bastante mal.
- ¡Lo siento! - exclamó, rodeándolo para no perder a Ayame.
Los demás choque fueron inevitables, mujeres, hombres, incluso viejas., pero Juro ya no se sintió tan mal...