8/12/2018, 02:57
Despedida llevo al país del bosque los vientos del invierno, disimulados por el clima cálido de la región. Kazuma lo percibía al salir a pasear durante las mañanas, el sol disipaba de las calles el aire gélido que restaba de la madrugada. De cuando en cuando el viento soplaba, frio, contra su yukata de grueso algodón y los cálidos rayos solares calentaban su piel. La contraposición de aquella frescura y de la calidez del cielo se le antojaban imperdibles.
—Que pacifico, que agradable —se dijo, mientras caminaba por una calle solitaria, poco después de la salida del sol.
Algunas personas, como era usual, le miraban con extrañeza. Les parecía anormal el que un muchacho se dedicase a pasear durante la mañana, como si fuese un anciano. Además, resultaba inquietante su forma monótona y parca de vestir; e incluso sospechosa su forma serena y curiosa de mirar.
Aquello le llamaba la atención, pero no resultaba ser motivo de preocupación. Solo buscaba algo que hacer, algo que le animase a salir de la rutina, pese a que estaba bastante satisfecho con la misma.
Los vientos del cambio llevaron hasta él la respuesta, en forma de un desgastado cartel que el viento había arrastrado durante noches enteras. Lo levanto del suelo con curiosidad, y sacudió el polvo para leer lo que tenía impreso:
Estando siempre en la búsqueda de llevar la poesía y la cultura en general a las gentes de la aldea y más allá, se ha dispuesto el primer certamen de poesía marcial. En dicha competición, se realizará la lectura de poemas de selección personal al tiempo que se realizan sucesiones de posturas marciales que acompañen la locución.
Los poemas pueden ser de cualquier tipo y tema, sin necesidad de autoría propia, siendo que se fomenta la expresión de los gustos liricos de cada declamador y la selección de autores y obras que les representen. También, el arte marcial y demás acompañamientos serán de libre elección, siempre que no provoquen daños a las instalaciones o a los presentes.
El resto le contaba sobre algunas bases, premios y jurados.
Jamás había escrito o recitado poesía, pero había leído versos tan magníficos y verídicos que los creía dignos de ser escuchados por todos, pese al parcial anonimato de sus creadores, perdidos, olvidados, execrados... Ya dispuesto a ir, leyó la dirección del local. Reconoció el sitio, y por sus dimensiones supo que habría muchas personas, ya fuesen público o participantes.
—Parece que será interesante —le dijo al invierno, mientras sonreía tenuemente.
Doblo con sumo cuidado el cartel y lo guardo en su túnica, pensando en cuantos de sus similares estarían a merced del viento mientras recorrían la aldea, esperando para que el destino les llevase hasta alguien a quien pudiese interesarle su contenido.
—Que pacifico, que agradable —se dijo, mientras caminaba por una calle solitaria, poco después de la salida del sol.
Algunas personas, como era usual, le miraban con extrañeza. Les parecía anormal el que un muchacho se dedicase a pasear durante la mañana, como si fuese un anciano. Además, resultaba inquietante su forma monótona y parca de vestir; e incluso sospechosa su forma serena y curiosa de mirar.
Aquello le llamaba la atención, pero no resultaba ser motivo de preocupación. Solo buscaba algo que hacer, algo que le animase a salir de la rutina, pese a que estaba bastante satisfecho con la misma.
Los vientos del cambio llevaron hasta él la respuesta, en forma de un desgastado cartel que el viento había arrastrado durante noches enteras. Lo levanto del suelo con curiosidad, y sacudió el polvo para leer lo que tenía impreso:
El circulo de poetas ocultos entre la hierba te invita a participar del gran certamen de “Poesía Marcial”.
Estando siempre en la búsqueda de llevar la poesía y la cultura en general a las gentes de la aldea y más allá, se ha dispuesto el primer certamen de poesía marcial. En dicha competición, se realizará la lectura de poemas de selección personal al tiempo que se realizan sucesiones de posturas marciales que acompañen la locución.
Los poemas pueden ser de cualquier tipo y tema, sin necesidad de autoría propia, siendo que se fomenta la expresión de los gustos liricos de cada declamador y la selección de autores y obras que les representen. También, el arte marcial y demás acompañamientos serán de libre elección, siempre que no provoquen daños a las instalaciones o a los presentes.
El resto le contaba sobre algunas bases, premios y jurados.
Jamás había escrito o recitado poesía, pero había leído versos tan magníficos y verídicos que los creía dignos de ser escuchados por todos, pese al parcial anonimato de sus creadores, perdidos, olvidados, execrados... Ya dispuesto a ir, leyó la dirección del local. Reconoció el sitio, y por sus dimensiones supo que habría muchas personas, ya fuesen público o participantes.
—Parece que será interesante —le dijo al invierno, mientras sonreía tenuemente.
Doblo con sumo cuidado el cartel y lo guardo en su túnica, pensando en cuantos de sus similares estarían a merced del viento mientras recorrían la aldea, esperando para que el destino les llevase hasta alguien a quien pudiese interesarle su contenido.