13/06/2019, 12:30
(Última modificación: 13/06/2019, 13:23 por Sasaki Reiji. Editado 1 vez en total.)
Se escuchó venir desde el tercer piso la voz de Katsudon. Aunque no estaba solo por lo que podía escucharse.
—¡Pero mujer! ¡Si son sólo armaduras!
Eso me hizo recordar el destello que había visto. ¿Acaso no había sido solo el sol reflejado en la ventana?
—¡Ya, ya lo sé! P-pero es que por el rabillo del ojo me pareció ver que se movía y creí que...
¿Podía una armadura asomarse por la ventana?
—¿Qué va a ser? Además, con esa espada que llevas seguro que quien te ataque iba a sufrir más que tú.
Se escuchó el ruido de una espada envainandose. Interesante.
—Tamashigiri sirve para cortar la carne, a pesar de su nombre, no a un... a un...
—¿A un qué?
—A un fantasma.
Dije mientras entraba a la habitación. Había gente, como katsudon, que no creía en los espiritus, pero en mi familia se honraba y temía a los antepasados. Incluso había escuchado leyendas de mi padre que contaban como un herrero había conseguido mantener su espíritu dentro de la ultima espada que forjó.
—¿Otro shinobi?
—Mas o menos. Sasaki Reiji, encantado.
—¡Ah, Reiji-kun! Me complace anunciar que se trataba de una falsa alarma — Río el grandullón.
—Fantasmas y espíritus no se, pero a las armaduras de abajo les falta el casco, quizás alguien ande correteando por el castillo con ellos puestos. Yo también creo haber visto algo por la ventana mientras pasábamos por al lado.
No le preste tanta atención visual a la mujer como se lo presté a la espada que portaba. Una gran espada en una vaina de plata y con una misteriosa inscripción en lenguaje antiguo que no alcanzaba a leer bien.
Me acerque a mirar. No a la mujer, a la espada.
—¿Puedo verla? —Dije señalando a la espada. —La espada.
No quería malentendidos.
—¡Pero mujer! ¡Si son sólo armaduras!
Eso me hizo recordar el destello que había visto. ¿Acaso no había sido solo el sol reflejado en la ventana?
—¡Ya, ya lo sé! P-pero es que por el rabillo del ojo me pareció ver que se movía y creí que...
¿Podía una armadura asomarse por la ventana?
—¿Qué va a ser? Además, con esa espada que llevas seguro que quien te ataque iba a sufrir más que tú.
Se escuchó el ruido de una espada envainandose. Interesante.
—Tamashigiri sirve para cortar la carne, a pesar de su nombre, no a un... a un...
—¿A un qué?
—A un fantasma.
Dije mientras entraba a la habitación. Había gente, como katsudon, que no creía en los espiritus, pero en mi familia se honraba y temía a los antepasados. Incluso había escuchado leyendas de mi padre que contaban como un herrero había conseguido mantener su espíritu dentro de la ultima espada que forjó.
—¿Otro shinobi?
—Mas o menos. Sasaki Reiji, encantado.
—¡Ah, Reiji-kun! Me complace anunciar que se trataba de una falsa alarma — Río el grandullón.
—Fantasmas y espíritus no se, pero a las armaduras de abajo les falta el casco, quizás alguien ande correteando por el castillo con ellos puestos. Yo también creo haber visto algo por la ventana mientras pasábamos por al lado.
No le preste tanta atención visual a la mujer como se lo presté a la espada que portaba. Una gran espada en una vaina de plata y con una misteriosa inscripción en lenguaje antiguo que no alcanzaba a leer bien.
Me acerque a mirar. No a la mujer, a la espada.
—¿Puedo verla? —Dije señalando a la espada. —La espada.
No quería malentendidos.