13/06/2019, 18:16
Habían pasado meses desde que pisaba ese lugar, y es que durante el último año había estado ya de misiones que se alargaban varias veces ya. No le molestaba, al contrario, pensaba que así cogía más experiencia, pero la última vez había sido simplemente vigilar la zona y encargarse de varios bandidos que merodeaban el lugar. Suspiró al recordarlo, había sido una experiencia gratificante ver los rostros agradecidos de toda esa gente que habitaba el pueblo, pero agotador y sin duda sentía que necesitaba seguir entrenando si no quería quedarse atrás.
Tan ajena había estado que sentía haber desconectado del mundo exterior, ¿cómo estaría Datsue, y Nabi? Un cosquilleo se formó en su estómago tras recordarlo. Era cierto que poco habían hablado desde el festival, y justo un par de semanas después se había marchado de misión, así que, ¿cómo se encontraría? ¿La habría echado de menos?
Odiaba sentirse desinformada de todo, eso sin duda, pero ya se las arreglaría para enterarse de todo lo ocurrido en su ausencia, ahora quería entrenar, quitarse todo aquel polvo que había acumulado durante su ausencia fuera de Uzushiogakure y poder recuperar su forma física, que aunque no fuera la ideal, le gustaría al menos volver a como estaba antes, así que allí estaba, en su zona de entrenamiento, un campo de tierra con diversos árboles que muchos genin y chuunin empleaban para entrenar en sus ratos libres. Con suerte era entrada la noche ya y nadie había allí, pero claro, con el calor no había quién lo soportara.
Se desabrochó la túnica que llevaba aquel día, dejando ver su camiseta negra ceñida y sus pantalones eran cortos, a juego con sus zapatillas, también cortas. No le apetecía pasar más calor del necesario, así que decidió simplemente salir lo más fresca posible de casa.
«¿Por qué debería empezar?»
Se dispuso a comenzar a entrenar cuando, de pronto, lo vio.
Tan ajena había estado que sentía haber desconectado del mundo exterior, ¿cómo estaría Datsue, y Nabi? Un cosquilleo se formó en su estómago tras recordarlo. Era cierto que poco habían hablado desde el festival, y justo un par de semanas después se había marchado de misión, así que, ¿cómo se encontraría? ¿La habría echado de menos?
Odiaba sentirse desinformada de todo, eso sin duda, pero ya se las arreglaría para enterarse de todo lo ocurrido en su ausencia, ahora quería entrenar, quitarse todo aquel polvo que había acumulado durante su ausencia fuera de Uzushiogakure y poder recuperar su forma física, que aunque no fuera la ideal, le gustaría al menos volver a como estaba antes, así que allí estaba, en su zona de entrenamiento, un campo de tierra con diversos árboles que muchos genin y chuunin empleaban para entrenar en sus ratos libres. Con suerte era entrada la noche ya y nadie había allí, pero claro, con el calor no había quién lo soportara.
Se desabrochó la túnica que llevaba aquel día, dejando ver su camiseta negra ceñida y sus pantalones eran cortos, a juego con sus zapatillas, también cortas. No le apetecía pasar más calor del necesario, así que decidió simplemente salir lo más fresca posible de casa.
«¿Por qué debería empezar?»
Se dispuso a comenzar a entrenar cuando, de pronto, lo vio.