26/07/2021, 17:47
(Última modificación: 28/07/2021, 12:43 por Zhaoren Lyndis. Editado 1 vez en total.)
— Espera, ¿qué edad tienes, Fëng-san?
— ¿¡Edad!? ¡Eso no se le pregunta a una chica, es de mala educación! — Respondió claramente sobreactuando a la situación, y exagerandolo con las manos, aunque igualmente si que quería evadir aquella respuesta.
Por suerte para ella, si no lo conseguía con aquello, tal vez lo harían las voces venideras varios metros mas alejados de ellas. Había un reducido grupo de tres personas. Una de ellas era un hombre corpulento que destacaba por encima de los otros dos, visiblemente estaba algo obeso, pero aún con esas, sus pectorales y brazos se veían fuertes; su nariz estaba ligeramente gruesa así como unos regordetes pómulos que le forzaba a mantener los ojos bastante cerrados, su pelo era corto y de color oscuro. El otro hombre, era algo más bajo que este, y de una complexión media, compartiendo unos cabellos bastante similares con los otros dos; el color era el mismo, pero sus cortes de pelo diferían ligeramente, teniendo este un pequeño mechón que salía hacia delante. Por último, el tercero tenía unas expresiones más agudas en el rostro, como una ligera y afilada nariz a juego con su barbilla.
No vestían de forma notoria, pero tampoco del todo corriente; ropas ligeramente anchas, de distintas tonalidades verdes marrones y grisaceas. Alguna pieza parecía estar bastante desgastada, e incluso algo sucia por tierra o barro.
— ¡Joder, otra vez! ¡Empiezo a estar bastante cansado! ¡Asi no hay quien lleve un negocio en condiciones!— protestó el mas bajo de los tres.
—Vamos, hemos tenido mala suerte y eso es todo — añadió el mediano. — Volvamos, y ya probaremos otro dia
Tal vez por su aspecto, Chika pudiera llegar a confundirlos por algo más que simples transeúntes.
— ¿¡Edad!? ¡Eso no se le pregunta a una chica, es de mala educación! — Respondió claramente sobreactuando a la situación, y exagerandolo con las manos, aunque igualmente si que quería evadir aquella respuesta.
Por suerte para ella, si no lo conseguía con aquello, tal vez lo harían las voces venideras varios metros mas alejados de ellas. Había un reducido grupo de tres personas. Una de ellas era un hombre corpulento que destacaba por encima de los otros dos, visiblemente estaba algo obeso, pero aún con esas, sus pectorales y brazos se veían fuertes; su nariz estaba ligeramente gruesa así como unos regordetes pómulos que le forzaba a mantener los ojos bastante cerrados, su pelo era corto y de color oscuro. El otro hombre, era algo más bajo que este, y de una complexión media, compartiendo unos cabellos bastante similares con los otros dos; el color era el mismo, pero sus cortes de pelo diferían ligeramente, teniendo este un pequeño mechón que salía hacia delante. Por último, el tercero tenía unas expresiones más agudas en el rostro, como una ligera y afilada nariz a juego con su barbilla.
No vestían de forma notoria, pero tampoco del todo corriente; ropas ligeramente anchas, de distintas tonalidades verdes marrones y grisaceas. Alguna pieza parecía estar bastante desgastada, e incluso algo sucia por tierra o barro.
— ¡Joder, otra vez! ¡Empiezo a estar bastante cansado! ¡Asi no hay quien lleve un negocio en condiciones!— protestó el mas bajo de los tres.
—Vamos, hemos tenido mala suerte y eso es todo — añadió el mediano. — Volvamos, y ya probaremos otro dia
Tal vez por su aspecto, Chika pudiera llegar a confundirlos por algo más que simples transeúntes.