30/03/2022, 17:10
—No me importaria ser tu Jinchūriki si fuese necesario, pero, la verdad, si te sellases dentro de mí ¿Como ibas a lucir esas dos grandes maravillas de la forja?
Y escuchame, edas dos enormes bellezas habían sido creadas para lucirse. ¿De que servía armar a un bijuu si nadie veia esas armas? Había que enseñarselas al mundo, pero sobretodo, había que enseñarle al mundo quien era EL MEJOR herrero de todo Oonindo. Es verdad que habría gente a la que no le gustaria nada ver un bijuu armado y con armadura. Especialmente a cierta kage. La verdad, pagaría hasta el último de mis ryos por verle la cara la primera vez que viese a Gyūki armado y con armadura.
Asentí antes las palabras de Gyūki y le choqué el puño igual que la otra vez. No sabia que me deparaba el futuro, y si el uso que le daría o no a ese poder sería el correcto. En mi mente, solo me veía usandolo si era para salvar la vida que queria salvar, si no me quedaba más remedio que usarlo para expulsar del pais del hierro a los perros de Kurama.
Pensandolo bien, era una locura. Yuuna, Katsudon, Gyūki y yo contra todo un ejercito de ninjas del copo de nieve, quien sabe si no había también un general controlando el país... Tres personas y un bijuu para conquistar todo un territorio. Iba a ser difícil, sino Imposible. Pero preferia morir intentandolo que pasar el resto de mis dias lamentando mis decisiones y preguntandome "¿Que habria pasado si...?"
—En fin, creo que deberiamos partir. Me gustaría alcanzar a Yuuna antes de que ella alcance el pais del Hierro, o mejor, antes de que los ninjas de Kurama la detecten. Se que es fuerte, pero ahora mismo está cegada por el dolor.
Y quizás no podía ponerme en su lugar. Nadie había matado a mi padre o a mí madre, pero podia entenderla. Si alguien hubiese matado a mis padres, también querria cortar la cabeza del asesino, por mucho que supiese que eso no iba a traer de vuelta a los muertos.
Y escuchame, edas dos enormes bellezas habían sido creadas para lucirse. ¿De que servía armar a un bijuu si nadie veia esas armas? Había que enseñarselas al mundo, pero sobretodo, había que enseñarle al mundo quien era EL MEJOR herrero de todo Oonindo. Es verdad que habría gente a la que no le gustaria nada ver un bijuu armado y con armadura. Especialmente a cierta kage. La verdad, pagaría hasta el último de mis ryos por verle la cara la primera vez que viese a Gyūki armado y con armadura.
Asentí antes las palabras de Gyūki y le choqué el puño igual que la otra vez. No sabia que me deparaba el futuro, y si el uso que le daría o no a ese poder sería el correcto. En mi mente, solo me veía usandolo si era para salvar la vida que queria salvar, si no me quedaba más remedio que usarlo para expulsar del pais del hierro a los perros de Kurama.
Pensandolo bien, era una locura. Yuuna, Katsudon, Gyūki y yo contra todo un ejercito de ninjas del copo de nieve, quien sabe si no había también un general controlando el país... Tres personas y un bijuu para conquistar todo un territorio. Iba a ser difícil, sino Imposible. Pero preferia morir intentandolo que pasar el resto de mis dias lamentando mis decisiones y preguntandome "¿Que habria pasado si...?"
—En fin, creo que deberiamos partir. Me gustaría alcanzar a Yuuna antes de que ella alcance el pais del Hierro, o mejor, antes de que los ninjas de Kurama la detecten. Se que es fuerte, pero ahora mismo está cegada por el dolor.
Y quizás no podía ponerme en su lugar. Nadie había matado a mi padre o a mí madre, pero podia entenderla. Si alguien hubiese matado a mis padres, también querria cortar la cabeza del asesino, por mucho que supiese que eso no iba a traer de vuelta a los muertos.