18/06/2017, 19:40
Como supuse el peliblanco accedió a mi reto, me puse serio nuevamente y mis ojos no dejaban de seguir la pelota que rebotaba de aquí pasa allá y viceversa.
—Espero que estés preparado para la derrota.— Expresé con un tono de confianza mientras me desplazaba de izquierda a derecha y abanicaba la raqueta perfectamente para golpear la esfera. Definitivamente el ritmo había vuelto a subir como anteriormente estaba, de seguir así pronto empezaría a hacer mella en mi resistencia y destreza con la manos.
En un momento inesperado el moreno envió la bola al otro extremo de la mesa, ágilmente lancé la raqueta hacia ese lado pero, dada la velocidad fallé en agarrarla, aún tenía una opción, con la palma de la mano intercepté la esfera y la abaniqué como si se tratase de la raqueta, pero la fuerza habría sido un poco diferente, la pelota salio impulsada con un poco de energía y se vería en la velocidad que tomó, quizá no era muy honorable de mi parte usar chakra en un reto como este, pero no iba a perder, y había sido una pequeña cantidad, casi imperceptible, pero suficiente para anotar el punto que me haría ganador, eso si el Uzureño no guardaba un as bajo la manga.
—Espero que estés preparado para la derrota.— Expresé con un tono de confianza mientras me desplazaba de izquierda a derecha y abanicaba la raqueta perfectamente para golpear la esfera. Definitivamente el ritmo había vuelto a subir como anteriormente estaba, de seguir así pronto empezaría a hacer mella en mi resistencia y destreza con la manos.
En un momento inesperado el moreno envió la bola al otro extremo de la mesa, ágilmente lancé la raqueta hacia ese lado pero, dada la velocidad fallé en agarrarla, aún tenía una opción, con la palma de la mano intercepté la esfera y la abaniqué como si se tratase de la raqueta, pero la fuerza habría sido un poco diferente, la pelota salio impulsada con un poco de energía y se vería en la velocidad que tomó, quizá no era muy honorable de mi parte usar chakra en un reto como este, pero no iba a perder, y había sido una pequeña cantidad, casi imperceptible, pero suficiente para anotar el punto que me haría ganador, eso si el Uzureño no guardaba un as bajo la manga.