6/06/2019, 04:39
Daigo se mostró visiblemente sorprendido por cada cosa que Rouga les decía, casi llegando a sentir dolor físico como si esas cicatrices fueran las suyas propias cuando se las mostró, pero aún más que eso, el chico pudo sentir la confianza que trasmitía el Yotsuki a su corta edad.
La sentía, sí, pero la entendía, no del todo. ¿Cómo podía alguien pasar por lo que él ha pasado y seguir siendo tan... Rouga?
Si el peliverde tuviera que escoger a dedo algo que les diferenciara, definitivamente sería eso. Cuando Daigo deseaba hacer el bien e intentar ayudar, Rouga a su corta edad ya había sufrido lo cruel que podía llegar a ser el mundo y ahí estaba de pie mientras lucía una cegadora sonrisa.
«Demonios. Aunque sea el mayor podría jurar que Rouga-san ya es mucho más experimentado que yo» pensó no con envidia, sino con admiración.
Apenas el Yotsuki terminó de hablar, Kazuma volvió a intervenir rápidamente.
«¿Eh? ¿A qué se refiere con perturbador?» pensó, «No, no, tiene que decirlo en el buen sentido... si es que hay uno».
Pero todo lo raro que decía Kazuma de pronto se hizo más raro cuando le sugirió al Amejin que debería pensar en intentar convertirse en Arashikage.
¡En convertirse en Arashikage!
Lo mejor es que luego de contarles como habían funcionado las cosas hasta ahora en Amegakure, Rouga pareció pensárselo y, la verdad, Daigo también.
«¿Sería posible que Rouga-san se pudiera convertir en Arashikage?»
Daigo se cruzó de brazos viendo a su amigo, el que venía de otra aldea. Quería comprobarlo él mismo, ¿podría Rouga hacer algo como eso? ¿Podría hacerlo...?
—¿Qué tal les parece si vamos a un sitio un poco más privado? —les sugirió a ambos—. Todo esto me ha hecho pensar en que... quizá tengas razón, Kazuma-san.
»La próxima vez iba a ser para batirnos, ¿no? —cambió de tema dirigiéndose al Yotsuki.
La sentía, sí, pero la entendía, no del todo. ¿Cómo podía alguien pasar por lo que él ha pasado y seguir siendo tan... Rouga?
Si el peliverde tuviera que escoger a dedo algo que les diferenciara, definitivamente sería eso. Cuando Daigo deseaba hacer el bien e intentar ayudar, Rouga a su corta edad ya había sufrido lo cruel que podía llegar a ser el mundo y ahí estaba de pie mientras lucía una cegadora sonrisa.
«Demonios. Aunque sea el mayor podría jurar que Rouga-san ya es mucho más experimentado que yo» pensó no con envidia, sino con admiración.
Apenas el Yotsuki terminó de hablar, Kazuma volvió a intervenir rápidamente.
«¿Eh? ¿A qué se refiere con perturbador?» pensó, «No, no, tiene que decirlo en el buen sentido... si es que hay uno».
Pero todo lo raro que decía Kazuma de pronto se hizo más raro cuando le sugirió al Amejin que debería pensar en intentar convertirse en Arashikage.
¡En convertirse en Arashikage!
Lo mejor es que luego de contarles como habían funcionado las cosas hasta ahora en Amegakure, Rouga pareció pensárselo y, la verdad, Daigo también.
«¿Sería posible que Rouga-san se pudiera convertir en Arashikage?»
Daigo se cruzó de brazos viendo a su amigo, el que venía de otra aldea. Quería comprobarlo él mismo, ¿podría Rouga hacer algo como eso? ¿Podría hacerlo...?
—¿Qué tal les parece si vamos a un sitio un poco más privado? —les sugirió a ambos—. Todo esto me ha hecho pensar en que... quizá tengas razón, Kazuma-san.
»La próxima vez iba a ser para batirnos, ¿no? —cambió de tema dirigiéndose al Yotsuki.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.